«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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16 de marzo de 2021

Ciudadanos, el voto inútil

Ya no queda nada de aquel partido asombroso nacido al calor de unos principios y unos valores hoy traicionados por Inés Arrimadas y unos pocos —los peores— de los suyos. La revelación de uno de los diputados madrileños de Ciudadanos confirmando que estaba planeada una moción de censura al estilo murciano que daría el gobierno de Madrid al PSOE y la presidencia al ciudadanita Ignacio Aguado, si es que había alguna sospecha, lo corrobora.

Nada habría que reprochar a la formación naranja porque nació como partido bisagra, con vocación de influencia y no de poder, y está en su derecho de apoyar al partido que quiera. Pero sí podemos denunciar el momento elegido por lo que queda de Ciudadanos para tratar de entregar los gobiernos autonómicos al peor socialismo conocido, el de Pedro Sánchez, heredero del zapaterismo, culpable de tanto y cuya gestión de la pandemia, con toda seguridad, debería ser investigada por una Fiscalía independiente.

Entregar el poder a este socialismo en una operación desesperada para tratar de esquivar la desaparición por inutilidad, es una de las peores estrategias de comunicación política que recordamos y retrata al personaje principal, Inés Arrimadas, a la que no reconocemos desde los tiempos en los que la revolución naranja, una revolución política, pero también ética, asombró y atrajo el voto mayoritario de los catalanes hartos de imposiciones lingüísticas consentidas por el bipartidismo y de pasteleos socialistas tripartitos con el separatismo corrupto del tres por ciento.

Si bien es cierto que en las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo nadie puede reclamar el voto útil por su condición de circunscripción única, sí que es posible señalar que Ciudadanos representa el voto inútil —veleta, sin principios y ya residual— para que Madrid siga siendo ese bastión contra el socialismo de carácter totalitario.

A la responsabilidad del Partido Popular, aliado de Ciudadanos en Andalucía y en Castilla y León, otras dos regiones claves para esquivar la pobreza nacional que llega con el socialismo, queda su decisión de no convocar elecciones de manera inmediata para que los votantes constituyan el tribunal que juzgue las intenciones espurias de Inés Arrimadas.

Avisado queda por tercera vez el Partido Popular de Pablo Casado y de sus escasos barones genoveses. Cuidado con los idus de marzo. Cuidado con Bruto. Quejarse a posteriori de las puñaladas jamás ha servido de nada.

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