Ya no queda nada de aquel partido asombroso nacido al calor de unos principios y unos valores hoy traicionados por InĂ©s Arrimadas y unos pocos âlos peoresâ de los suyos. La revelaciĂłn de uno de los diputados madrileños de Ciudadanos confirmando que estaba planeada una mociĂłn de censura al estilo murciano que darĂa el gobierno de Madrid al PSOE y la presidencia al ciudadanita Ignacio Aguado, si es que habĂa alguna sospecha, lo corrobora.
Nada habrĂa que reprochar a la formaciĂłn naranja porque naciĂł como partido bisagra, con vocaciĂłn de influencia y no de poder, y estĂĄ en su derecho de apoyar al partido que quiera. Pero sĂ podemos denunciar el momento elegido por lo que queda de Ciudadanos para tratar de entregar los gobiernos autonĂłmicos al peor socialismo conocido, el de Pedro SĂĄnchez, heredero del zapaterismo, culpable de tanto y cuya gestiĂłn de la pandemia, con toda seguridad, deberĂa ser investigada por una FiscalĂa independiente.
Entregar el poder a este socialismo en una operaciĂłn desesperada para tratar de esquivar la desapariciĂłn por inutilidad, es una de las peores estrategias de comunicaciĂłn polĂtica que recordamos y retrata al personaje principal, InĂ©s Arrimadas, a la que no reconocemos desde los tiempos en los que la revoluciĂłn naranja, una revoluciĂłn polĂtica, pero tambiĂ©n Ă©tica, asombrĂł y atrajo el voto mayoritario de los catalanes hartos de imposiciones lingĂŒĂsticas consentidas por el bipartidismo y de pasteleos socialistas tripartitos con el separatismo corrupto del tres por ciento.
Si bien es cierto que en las elecciones madrileñas del prĂłximo 4 de mayo nadie puede reclamar el voto Ăștil por su condiciĂłn de circunscripciĂłn Ășnica, sĂ que es posible señalar que Ciudadanos representa el voto inĂștil âveleta, sin principios y ya residualâ para que Madrid siga siendo ese bastiĂłn contra el socialismo de carĂĄcter totalitario.
A la responsabilidad del Partido Popular, aliado de Ciudadanos en AndalucĂa y en Castilla y LeĂłn, otras dos regiones claves para esquivar la pobreza nacional que llega con el socialismo, queda su decisiĂłn de no convocar elecciones de manera inmediata para que los votantes constituyan el tribunal que juzgue las intenciones espurias de InĂ©s Arrimadas.
Avisado queda por tercera vez el Partido Popular de Pablo Casado y de sus escasos barones genoveses. Cuidado con los idus de marzo. Cuidado con Bruto. Quejarse a posteriori de las puñaladas jamås ha servido de nada.