«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EDITORIAL
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11 de enero de 2023

Otro sinsentido de Estado

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, frente a su reflejo y el de la secretaria general, Cuca Gamarra (foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)

Confiamos en la amabilidad del lector para que, antes de proseguir con la lectura de este editorial, repase el que publicamos el 15 de octubre de 2021. Prometemos que le resultará interesante.

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Gracias por haberlo leído. Antes de meternos en honduras, hagamos un ejercicio de transparencia periodística que conecta con el famoso dicho que asegura que el periódico de ayer envuelve el pescado de hoy. Ese axioma se refiere a la caducidad de la información por culpa de la actualidad, siempre nueva, siempre cambiante. Pero también la opinión que fue publicada ayer suele servir para extenderla hoy en el suelo y adiestrar a un cachorro en el control de sus esfínteres.

La opinión, que sólo es válida si está fundada en hechos, muta, se amplia o se recorta en función de la misma actualidad. Por eso, porque el mundo gira y España retrocede, resulta extraordinario (y lamentable) que constatemos hoy que podríamos volver a publicar el mismo editorial de aquel 15 de octubre de 2021, apenas cambiando el nombre del desaparecido Pablo Casado por el de Alberto Núñez Feijóo y el del defenestrado Teodoro García Egea por el de Cuca Gamarra.

Desde aquel 15 de octubre de 2021, el Gobierno de Pedro Sánchez ha avanzado mucho en el desgobierno de España y ha perfeccionado su incompetencia para agravar la crisis económica en la que malviven millones de españoles. Hoy, y esto es un hecho incontestable, somos más pobres que en octubre de 2021 y las perspectivas, con nuestra competitividad fiscal por los suelos, la inseguridad jurídica y el derroche del dinero de nuestros impuestos en ideologías identitarias, son peores.

También es incontestable que somos menos libres, salvo los independentistas catalanes, los agresores sexuales y los malversadores. En este tiempo, poco menos de 15 meses, el Gobierno y sus socios parlamentarios han promulgado una batería de leyes ideológicas y sectarias con el apoyo de filoetarras y golpistas, y completan un plan de asalto a las instituciones diseñadas para servir de contrapeso y oposición a cualquier tentación autocrática.

Ante esta realidad, el Partido Popular decidió ayer filtrar a un medio amigo su decisión de paralizar la denuncia presentada hace poco menos de un mes ante la Unión Europea para evitar el asalto del sanchismo y de sus indecentes socios al Poder Judicial y al Tribunal Constitucional. De nuevo, otra vez apelando a un irreal sentido de Estado, el PP opta por lo que ellos llaman la vía moderada, que no es más que fiar a la supervivencia del bipartidismo su llegada a La Moncloa para que, otra vez, nada cambie.

De nuevo, hoy como el 15 de octubre de 2021, y aun antes, insistimos en declarar que al pernicioso socialismo, indultador de golpistas, aliado de corruptos y enemigo del pensamiento libre y de la separación de poderes, se le debe combatir y no legitimar con la inacción. La moderación no tiene cabida cuando lo que se tiene enfrente es un Gobierno inmoderado de, por decirlo con suavidad, incompetentes socialcomunistas.

Concluimos con la misma frase con la que acabamos aquel editorial: esta «sólo puede ser una mala operación en la que los populares tienen poco que ganar y España, mucho que perder». Lo primero no nos preocupa. Lo segundo, mucho.

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