A propósito del enorme éxito del documental «¿Qué es una mujer?», producido por el diario conservador estadounidense The Daily Wire y que durante el pasado fin de semana se emitió en abierto y de manera gratuita en Twitter, hay al menos tres consideraciones importantes.
La primera es la de que este documental prueba que la ideología woke que impregna la nueva narrativa política de la izquierda globalista es incapaz de responder a preguntas simples que hasta un niño con las cuatro primeras reglas, y un mínimo de inteligencia y sentido común, sería capaz de responder sin esfuerzo. La conmoción en el espectador del documental presentado por Matt Walsh ocurre en el preciso instante en el que siente la presión de la vergüenza ajena al ver cómo una serie de activistas, sanitarios y profesores de universidad, muestran su impotencia a la hora de responder a la sencilla cuestión de qué es una mujer (una hembra adulta de la especie humana).
Lo que nos demuestra este documental, por lo tanto, es que una de las principales herramientas de combate contra la ideología woke es, muy por encima de perder el tiempo en refutarla, exponerla a su propio ridículo.
La segunda consideración es la importancia capital que tiene que las fuerzas de oposición al relato dominante wokista elaboren material audiovisual de calidad. El éxito del documental «¿Qué es una mujer?», que hoy es el programa más visto en emisión en continuo, muy por encima de películas comerciales de reciente estreno, prueba que hay un público enorme que demanda conocimiento y guía.
La tercera consideración es la de que este documental sólo ha alcanzado el éxito cuando una red social ha logrado sacudirse —por la vía de un cambio en la propiedad— sus ataduras progres y ha abierto su plataforma a la libertad de pensamiento y de expresión sin censuras. Por eso mismo, el éxito del documental del The Daily Wire, reforzará en las próximas semanas el discurso globalista de la necesidad de imponer censuras y limitaciones a los contenidos que desafíen el discurso del pensamiento único y que esquiven, como lo ha logrado este documental, la cultura de la cancelación que imponen las elites.
Por encima de todas estas consideraciones, la lección final derivada del enorme éxito del documental «¿Qué es una mujer?» es la de que es posible dar la batalla cultural. Sólo hace falta talento, creatividad y una buena producción para crear productos audiovisuales de calidad —documentales, películas, series, obras de teatro…— para una enorme audiencia que los espera como agua de mayo.
