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LOS GRANDES MEDIOS RECONOCEN QUE LA INFORMACIÓN ES 'ALARMANTE'

El entramado corrupto de Hunter Biden ocultado antes de las presidenciales estalla en EEUU

El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden
El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden. Reuters

Han tardado, pero los grandes medios norteamericanos que se pasaron meses tapando, negando, censurando, ridiculizando y desmintiendo como «desinformación rusa» el bombazo informativo de los correos y fotos hallados en el portátil de Hunter Biden, el hijo del presidente, están al fin reconociendo que todo era verdad, y que la información es alarmante.

No puede ser peor. Los cientos de miles de correos hallados en el portátil dibujan un complicado esquema de corrupción desatada y oscuros tratos multimillonarios con potencias extranjeras, muy especialmente Ucrania y China, que mantenía el drogadicto vástago de los Biden sin más oficio o beneficio que ser entonces hijo del vicepresidente de Estados Unidos.

Ser hijo del vicepresidente fue lo que le llevó, sin experiencia alguna, al consejo de administración de la mayor gasística ucraniana, Burisma, y a detener por las bravas, mediante chantaje de su padre al Gobierno de Kiev, una investigación contra la firma por corrupción. Pero hay también contratos con empresas estatales chinas con pagos a cambio de la influencia política de su padre, y opacas formas de financiación de laboratorios de investigación con patógenos por toda Ucrania.

Es, en fin, todo tan escandaloso, tan comprometedor en este delicadísimo momento geopolítico, que las fotos y los vídeos sexuales con menores en orgías animadas con «crack» quedan en un segundo plano.

Todo esto lo descubrió y publicó el New York Post antes de las elecciones, pero los grandes medios y las tecnológicas lograron hacerlo pasar por «desinformación rusa», ridiculizarlo y censurarlo, de modo que no interfiriese en las pasadas presidenciales. Misión cumplida: una proporción terrorífica de ciudadanos confiesa no conocer la existencia del portátil que, reconocen, hubiera condicionado su voto.

Pero Donald Trump ya está fuera de la Casa Blanca, y hay en curso un encontronazo potencialmente apocalíptico con Rusia precisamente por Ucrania, y los grandes medios han empezado a recoger velas con una rapidez que no augura nada bueno para la continuidad de Biden.

El viraje de los medios ni siquiera ha sido gradual o moderado. Un pilar del mundo mediático gringo como es el Washington Post sacó una demoledor informe que debería tener a Biden sin vivir en sí. «Si bien muchos aspectos del acuerdo financiero de Hunter Biden con CEFC China Energy se informaron anteriormente y se incluyeron en un informe del Senado liderado por los republicanos de 2020, una revisión del Washington Post confirmó muchos de los detalles clave y encontró documentos adicionales que muestran las interacciones de la familia Biden con chinos ejecutivos», informa el Post. «En 14 meses, el conglomerado energético chino y sus ejecutivos pagaron 4,8 millones de dólares a entidades controladas por Hunter Biden y su tío, según registros del Gobierno, documentos judiciales y extractos bancarios recientemente revelados, así como correos electrónicos contenidos en una copia de un disco duro de computadora portátil que supuestamente perteneció a Hunter Biden».

Más espectacular es la información de la CNN, la televisión del régimen. La noticia se dio en su informativo con tal contundencia que más de un telespectador se preguntaría si no había sintonizado por error la cadena Fox. La presentadora, Brianna Keilar, comentó con la experta que si estaban dedicando tanto tiempo al asunto era porque «es algo muy, muy negativo para el hijo del presidente».

«Es una investigación que se remonta a 2018», le respondió el corresponsal de justicia de CNN, Evan Perez. «Y en este momento, los fiscales en Delaware se están centrando en una serie de cosas, investigando incluso si Hunter Biden y sus socios violaron la ley mediante cohecho y blanqueo de capitales en el extranjero».

Recuerda Perez que en Burisma a Hunter «le pagaban hasta 50.000 al mes cuando su padre, Joe Biden, era vicepresidente y estaba a cargo de los asuntos de Ucrania en la Administración de Obama. Y eso, por supuesto, plantea cuestiones de conflicto de interés».

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