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POR USUARIOS DE LA PLATAFORMA 4CHAN

Las RRSS tratan de censurar el supuesto contenido filtrado del móvil de Hunter Biden

El presidente de EEUU, Joe Biden, y su hijo Hunter. Fotografía de archivo. Reuters
Joe Biden y su hijo Hunter. Reuters

¿Se acuerdan del portátil de Hunter Biden, el hijo díscolo del presidente? El disco duro estaba repleto de información más que comprometedora en todos los sentidos, desde corrupción muy próxima a la alta traición hasta vídeos y fotografías dignas de sentencia judicial. Y el New York Post lo publicó en plena campaña de las presidenciales, así que los medios del sistema se lanzaron como locos a desacreditar la información y, en el caso de las redes sociales, a censurarla. Se citó la opinión de presuntos agentes de Inteligencia que aseguraban que se trataba de «desinformación rusa», y la cosa, en fin, se barrió debajo de la alfombra hasta que, ya con Biden en la Casa Blanca, se admitió universalmente que, bueno, sí, el material era auténtico.

Lo de ahora va más allá. Usuarios de la red 4Chan aseguran haber descifrado la contraseña del móvil de Hunter y están filtrando su alarmante contenido. Aunque aún no hay confirmación de que se trate de material auténtico, el asunto es noticia porque los intentos de los dueños de las redes para censurarlo están siendo inútiles y la información está por todas partes ya.

Entre las cosas que filtraron en el sitio que pude ver estaban lo que parecía ser el pasaporte de Hunter Biden y parte de una tarjeta Visa, varias fotos de Hunter y Joe Biden, y números de teléfono supuestamente vinculados a múltiples miembros de la familia Biden, vídeos de naturaleza sexual y supuestas búsquedas pornográficas. En los contactos y conversaciones del iPad, también había una indicación de conversaciones etiquetadas con el nombre Peter. No está claro a quién se refiere Peter, aunque por una conversación en la que se despide como «papá» se especula que sería el alias del presidente.

La red social, alertada, se dedicó a eliminar los enlaces tan pronto como salían, pero se ha filtrado la suficiente información como para provocar un escándalo de proporciones imprevisibles.

Todo podría, naturalmente, ser un fraude. Pero la propia insistencia de los medios en su día por desautorizar las informaciones sobre el portátil de Hunter, que acabó revelándose auténtico, ha llevado a un número cada vez mayor de los usuarios de redes a dar lo que podríamos calificar de «credibilidad provisional» a las informaciones, que por otra parte no hacen más que ampliar y confirmar lo que ya se sabe por el infame portátil.

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