El pasado 31 de marzo, más de 1.500 personas llenaron la Sala Argenta del Palacio de Festivales en Cantabria durante un acto de VOX en el que el presidente del partido, Santiago Abascal, estuvo acompañado por la candidata a la presidencia de la región, Leticia Díaz.
Díaz pidió entonces la dimisión del actual presidente, Miguel Ángel Revilla, por el «desfalco durante 20 años» de la «trama de carreteras», un tema en el que la candidata insiste en esta entrevista en la que recuerda que, en las seis legislaturas en las que Revilla ha formado parte del Ejecutivo, primero como consejero de Obras Públicas y después como Presidente, el PRC siempre se ha encargado de esta Consejería. «No creo que a nadie se le escape que se trata de una corrupción asociada al regionalismo en Cantabria», asegura.
-Éste es un fragmento del discurso de investidura de Miguel Ángel Revilla en 2015: “Nuestro compromiso en la lucha contra la corrupción será inquebrantable y sin el más mínimo margen de duda. Me ofrezco a recibir con toda discreción, a cualquier ciudadano que tenga algún indicio racional de corrupción en cualquier ámbito de la Administración y que tenga algún reparo en acudir a la Justicia”. ¿Qué le parecen estas palabras?
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, es un gran vendedor de humo. Goza de la popularidad del simpático campechano, que adapta su discurso al oyente, pero que no acompaña con hechos sus palabras. Hace unos días, le veíamos rasgarse las vestiduras, gritando enfervorecido «que me investiguen a mí», en una actuación ante sus seguidores digna de Hollywood. Lo que siguió a esas palabras pronunciadas en 2015 sobre la lucha contra la corrupción fueron excusas de lo más variopintas para no ejecutar lo que había prometido: que si cuesta dinero, que si es muy complicado, que si molesta a la Fiscalía… ¿Acaso escuchar indicios de corrupción por parte de ciudadanos anónimos, tal como dijo, exige financiación presupuestaria? Lo cierto es que un personaje tan mediático como Revilla, que está deseando hacerse fotos con todo turista que llega a Cantabria, simplemente mintió, una vez más, con otra propuesta de postureo, que ofrece titulares y engrandece su imagen pública.
¿Cree que Revilla ha engañado a los cántabros todos estos años al frente del Gobierno de Cantabria?
A las pruebas me remito. En Cantabria, cualquier ciudadano es capaz de citarle las muchas obras relevantes llevadas a cabo por el fallecido expresidente Juan Hormaechea, pero es incapaz de identificar los logros de Revilla, más allá de haber tejido una red clientelar, que le ha mantenido en el poder, como Presidente, durante 20 años, desde 2003, salvo en el periodo de 2011 a 2015.
¿Considera que este caso puede afectar a más altos cargos, además de al Director General de Carreteras?
Cantabria es una región pequeña. La corrupción era un secreto a voces. La dificultad de este asunto reside en aportar las pruebas que acrediten el destino final del dinero público desviado, ahora que, tras la reforma del Código Penal, parece que lo importante no es robar dinero público, sino el uso de lo robado, lo que es un escándalo sin paliativos. Los regionalistas se afanan en personalizar la trama en un solo funcionario, pero hay que ser más que ingenuos (y ellos no lo son), para creer que una sola persona puede haber estafado durante 23 años a todos sus jefes, firmantes de las fechorías, sobre todo si se repasa la trayectoria del funcionario en cuestión, de la mano de quien entró en la Administración y fue asumiendo cada vez más responsabilidades, y la evidencia de que sólo las empresas de la trama, que han ido cambiando a lo largo de los años, podían trabajar para la Consejería de Obras Públicas.
Contratos de emergencia que no eran tales, contratos menores que escondían proyectos que debían licitarse en abierto, dudas del Tribunal de Cuentas sobre las finanzas del PRC, sanciones derivadas de la trama del asfalto… Comunicaciones expresas a los altos cargos y al propio Revilla de que se estaban encareciendo un 40% las obras licitadas y fueron desoídas. Advertencias de que siempre fuesen adjudicatarias las mismas empresas que tampoco fueron escuchadas. Comunicaciones sobre el peligro de que se suprimiese la OSIG, la Oficina de Seguimiento Integral del Gasto, también ignoradas… ¿Qué más hace falta para llamar a esta trama corrupta por su nombre?
Conviene recordar que, en las seis legislaturas en las que Revilla ha formado parte del Ejecutivo, primero como consejero de Obras Públicas y después como Presidente, el PRC siempre se ha encargado de la Consejería de Obras Públicas y la trama sólo ha dejado de operar en los años en los que Revilla estuvo en la oposición, entre 2011-2015. No creo que a nadie se le escape que se trata de una corrupción asociada al regionalismo en Cantabria.
VOX se ha personado en la trama de corrupción de Obras Públicas, ¿qué le parece que el PP se haya opuesto a la Comisión de investigación parlamentaria y que no se haya personado en la causa judicial?
El PP tendrá que explicar a sus votantes por qué ha decidido asumir un papel secundario en la lucha contra la corrupción y, sobre todo, tendrá que motivar por qué su opción preferencial para intentar gobernar tras el 28-M es el Partido Regionalista de Cantabria y no VOX, en la creencia de que el PRC se diluirá tras la salida de Revilla del Gobierno.
A Revilla se le acumulan los escándalos. El grupo parlamentario VOX ha denunciado el desvío, por parte del Gobierno PRC-PSOE, de 82 millones de euros de Fondos Europeos, para el pago de gasto corriente. También han exigido responsabilidades por la designación del Tribunal calificador de la plaza del marido de la Directora General de Función Pública, por parte de ésta. ¿Qué está pasando en Cantabria?
Los propios trabajadores de la Administración dieron la voz de alarma sobre el uso inadecuado de los fondos. Más allá de lo que finalmente se resuelva en la Oficina Europea Antifraude, lo cierto es que la gestión inadecuada de estos fondos, tan necesarios, hace peligrar su completa ejecución, lo que resulta absolutamente negligente y nefasto para Cantabria. Cuando se relativiza el cumplimiento de las normas, todo vale, no se cuidan las garantías y se elude la abstención necesaria en aquellos casos que establece el Estatuto Básico del Empleado Público.
¿Qué medidas propone VOX para luchar contra la corrupción en Cantabria?
De entrada, recuperar los controles eliminados por el Gobierno de Revilla, volver al cuestionamiento previo del gasto y evitar duplicidades e ineficiencias.
En segundo lugar, cuantificar los millones defraudados mediante la revisión de la contratación pública para procurar su recuperación para el erario público.
Por último, canalizar las denuncias que hasta la fecha se han ocultado, investigar los hechos y actuar con la transparencia debida.
En las pasadas elecciones generales, VOX obtuvo el 15% de los votos en Cantabria. Si después del 28-M, VOX es decisivo para formar gobierno, ¿qué exigirá en materia de corrupción para dar su apoyo?
Exigiremos el compromiso de «levantar las alfombras», aflorar todas las corruptelas y recuperar el dinero público defraudado, así como auditar y suprimir el entramado de sociedades públicas a través de las cuales se ha facilitado el clientelismo y han engordado el gasto político superfluo que no redunda en el bienestar de los cántabros.
En las elecciones de 2019, los resultados autonómicos de VOX no se correspondieron con la media nacional del partido. ¿Qué le falta a VOX en Cantabria?
Cada vez más cántabros se unen a la alternativa de VOX para devolver la prosperidad a una tierra asolada por la corrupción de unos y el abandono de otros. Frente a ellos, VOX está del lado de las familias asfixiadas por la inflación y los impuestos, de los trabajadores que ven peligrar sus empleos, de las empresas con obstáculos permanentes para ejercer su actividad, de los ganaderos desesperados para intentar mantener sus explotaciones; de los pescadores que ven cómo su medio de vida está en peligro por falta de apoyo de quienes deberían defenderlos. VOX quiere una Cantabria próspera, con infraestructuras y servicios públicos dignos, una tierra en la que nuestros hijos puedan tener un futuro. Y vamos a trabajar sin descanso para presentar nuestras propuestas y convencer cada día a más cántabros hasta llegar a cambiar las cosas en esta maravillosa región.
Esta misma semana, medios locales de Cantabria informaban del aumento de la delincuencia en la región. ¿Cómo se la combate?
Sin medias tintas. Hay que promover la derogación de lo que premia al delincuente y perjudica a la ciudadanía que cumple las leyes. Las normas deben ser claras y la reincidencia ha de tener consecuencias que la desincentiven, al tiempo que han de abordarse con atino problemas que hoy se minimizan, como la salud mental, el suicidio, la adicción a las pantallas, el acceso a la pornografía de los menores, etc… Hay que cambiar las normas para perseguir la ocupación, sin retrasos ni desidias. Hay que evitar que esta tierra, que siempre ha sido tranquila, mantenga los problemas de inseguridad que están creciendo y que tienen atemorizados a nuestros compatriotas de otras regiones de España.
