-Es catalana, tiene siete apellidos catalanes, su familia es separatista, asistió a alguna Diada… ¿en qué momento cambió su forma de pensar?
Empecé a pensar distinto cuando me distancié de TV3, empecé a mirar otros canales y empecé (con 15 años) con Instagram y Twitter… y a ver cosas que no estaba acostumbrada a ver y sobre todo a escuchar. A escuchar no solo a la gente que habla de separatismo y adoctrina constantemente.
-Preside S’ha Acabat! ¿Qué es?
Es una asociación de jóvenes valientes que defendemos la Constitución, la unidad de España y los valores que representa esta unidad.
-¿Cuándo y por qué se unió a S’ha Acabat?
Me uní a S’ha Acabat! en 2019 tras la sentencia [del golpe separatista]. Quemaban las calles de mi ciudad. Había acabado el bachillerato, empezaba la universidad, tenía más tiempo libre y en vez de quedarme en casa viendo lo que estaba ocurriendo, salí a la calle, conocí a estos fantásticos chicos y a partir de ahí me he sumado a todo lo que hacen.
-¿Ha perjudicado su pertenencia a S’ha Acabat! a su relación con su familia y amigos?
Con la familia no, siempre he tenido un apoyo incondicional, algo que agradezco porque en Cataluña no es fácil significarte [contra el separatismo]. En el tema amigos, es verdad que algunos han dejado de hablarte, pero llega un punto que ves realmente que el problema no lo tienes tú. Si te dejan de hablar por cómo piensas u opinas, el problema lo tienen ellos.
-¿Hay libertad de expresión en la Universidad Autónoma de Barcelona?
No, la verdad es que no. Como jóvenes nacidos en democracia nos parece repugnante lo que tenemos que vivir en muchas universidades, no solamente en la Autónoma de Barcelona, en la que ya estamos acostumbrados [a la situación de acoso] a pesar de no querer normalizarlo. Hace una semana en la Pompeu Fabra vimos que no hay libertad de expresión en todos los campus (…). Es algo que nos crea repugnancia, (…) tristeza y cierto miedo.
-¿Ha sentido miedo por el acoso y la violencia separatista?
-Sí. Personalmente, la vez que he sentido más miedo fue el otro día en la Pompeu Fabra, porque no había seguridad, no había ningún guardia que nos garantizara la integridad física. Como representante de S’ha Acabat! piensas qué hago, porque están ahí tus compañeros…. y hay golpes, amenazas (…). Ahí, sí sentí miedo.
-¿Se sienten impunes y amparados los violentos? ¿Por quién?
Están amparados por las instituciones y (…) por los medios de comunicación. Es normal que se sientan impunes porque tienen total impunidad y además se les financia desde las mismas instituciones.
-¿Qué hace la dirección de la Universidad ante la violencia separatista?
Un comunicado de cuatro líneas diciendo que «ni blanco ni negro». Para mí se lo podían haber ahorrado. Es una auténtica vergüenza que desde una universidad pública (…) el rector y la comunidad universitaria no sepan responder a todos aquellos agresores, a todos aquellos energúmenos, que son quienes están demostrando que la universidad no es una comunidad donde haya libertad de expresión ni democracia.
-En el resto de España a veces se percibe que Cataluña es irrecuperable. ¿Qué dice a tanto agorero?
Que hay que tener esperanza en el futuro, sobre todo cuando ves que realmente ahora el independentismo está en sus horas bajas (…). Ahora van con el tema de la lengua porque ya el resto los tienen quemados. Hay esperanza porque nosotros ahora estamos muy fuertes.
