Después de varios años como asesora de VOX en el Parlamento de Andalucía, Pepa Rodríguez Millán (Cabra, Córdoba, 1995) da un paso a la primera línea de la política en estas elecciones autonómicas en las que se presenta como número dos de VOX por Córdoba. Como ocurre con el partido de Macarena Olona en la comunidad andaluza, que desmonta sin problema las críticas que recibe del Partido Popular por «su poca experiencia en gestión», a Pepa tampoco le cuesta responder a aquellos que la consideran muy joven para ocupar un escaño. Su secreto: creer en lo que defiende y tener la seguridad de estar en el lado correcto de la Historia.
Sí, y salimos a ganar pero, sobre todo, a traer un cambio real en Andalucía. Todos los andaluces hemos podido comprobar cómo la Andalucía de 2022 no es muy diferente de la diciembre de 2018, seguimos teniendo los mismos problemas. Muchos andaluces votaron por un cambio, con ilusión de quitarnos, por fin, 37 años de socialismo pero, por desgracia, vemos que lo seguimos sufriendo. Para eso nos presentamos, para traer un cambio real que hasta ahora han sido incapaces de traer.
Porque hace falta que VOX esté ahí precisamente para terminar con todo ese gasto superfluo que supone el estado de las autonomías. Para lo único que sirve es para crear desigualdades, macroestructuras administrativas que no sirven para nada pero que nos cuestan mucho dinero a todos y VOX es el único partido que afirma que, cuando llegue al Gobierno, va a meter la tijera. Por eso es tan necesario que VOX entre con capacidad suficiente para revertir esa situación.
Lo soporto porque creo en lo que defiendo y eso me da tranquilidad y seguridad de saber que estoy en el lado correcto. Nosotros estamos acostumbrados a que nos llamen de todo y, en cierto modo, lo podemos comprender porque venimos a poner en entredicho lo que se ha hecho y lo que se ha dicho durante 40 años. Resultamos incómodos porque venimos a acabar con todo eso que han construido de un lado y de otro y que no ha ayudado a los andaluces.
Llama mucho la atención y es emocionante ver cómo se acercan tantos jóvenes a VOX que se sienten tan identificados con el partido. Son jóvenes valientes que, sabiendo que lo tienen todo en contra, se rebelan y no se resignan a que otros les marquen su futuro. Son valientes porque reclaman lo que les pertenece: un futuro, oportunidades, familia y el derecho a quedarse en su tierra.
No, porque VOX no es un partido al uso. VOX es un movimiento patriótico y social que entiende la política como una herramienta para servir a los españoles. Tenemos un objetivo muy claro: apartar a la izquierda, levantar todo lo que se han cargado durante este tiempo y devolver a Andalucía una prosperidad y, sobre todo, permitir que los jóvenes se queden aquí y no se tengan que ir.
No creemos que vaya a ser diferente. No nos fiamos de Moreno Bonilla porque ya hemos visto lo que ha pasado, ha incumplido todos los acuerdos que firmó con VOX y que le hacen presidente. No nos fiamos, por eso es importante que VOX llegue, para que se ocupe de las cosas reales que afectan a los andaluces. Moreno Bonilla ha mentido a la gente, muchos andaluces le dieron su confianza esperando que hubiera algún cambio, que se acabase con la corrupción, con el desempleo, que Andalucía dejase de ser la última en todo. Y hemos visto que eso no ha sido así, que se ha seguido despilfarrando el dinero, que se ha dado dinero a los sindicatos, que seguimos manteniendo la misma tasa de paro, que las empresas se siguen marchando, que los agricultores sufren la competencia desleal…
Primero voluntad de cambiar las cosas, hasta ahora el Gobierno de Moreno Bonilla no ha querido cambiar nada y la prueba está ahí, seguimos teniendo los mismos problemas. Están en el turnismo político, han asumido que su destino es relevar al PSOE cuando toque, cambiar unas caras por otras y gestionar una ruina, que es lo que tenemos en Andalucía.
Porque es un problema para los españoles. El PP y el PSOE lo niegan, incluso hemos oído al Partido Popular decir que esto es un debate estéril que no interesa a nadie, y es que es muy fácil desprestigiar el problema de la inmigración ilegal desde San Telmo y desde un despacho. A mí me gustaría que esos que niegan el problema se fueran a Almería: desde 2020 han llegado 1.100 embarcaciones y 12.000 inmigrantes ilegales. O que simplemente se vengan a la feria de Córdoba, donde este año una chica sufrió una agresión sexual por parte de un marroquí. Es un problema que afecta a los españoles y a los inmigrantes legales que vienen aquí cumpliendo las normas y a trabajar. Hemos incluso escuchado a Moreno Bonilla decir que tiene una obligación con esos menores inmigrantes que llegaban de forma ilegal, entonces ¿cuál es la obligación que tiene con uno de cada cuatro jóvenes andaluces que está en paro? Nuestra obligación es con ellos, con los españoles.
Con el paro. Si hay algo que el socialismo andaluz ha quitado a los andaluces ha sido el futuro. Los jóvenes andaluces han visto frustradas sus oportunidades profesionales y, para poder tener un futuro, se han tenido que ir de la comunidad. De la mano del empleo vendrá la reindustrialización, la repoblación y el desarrollo.
Es verdad que VOX no ha gobernado todavía, entre otras cosas porque el PP ha colaborado activamente en demonizarnos para que eso no pase. Pero quienes presumen de gestión son quienes suben los impuestos, quienes han elevado la deuda pública o han sido incapaces de rebajar la tasa de paro. También se han olvidado de esa ruina moral que deja la izquierda cada vez que gobierna, porque el PP ha mantenido todas sus leyes. Los únicos beneficiados de su gestión han sido esos medios afines a los que han regado para vender su relato y vender una realidad que no existe.
El próximo Gobierno de Andalucía va a ser con VOX, o no habrá Gobierno, y eso lo tienen que empezar a asumir. No nos fiábamos antes ni tampoco nos fiamos ahora; que el PP se eche en manos del PSOE entra dentro de lo posible porque comparten su afán por las leyes ideológicas, por subir los impuestos, por esa Agenda 2030 que nos empobrece y nos hace cada vez más dependientes del exterior, su simpatía por los sindicatos corruptos… por eso VOX tiene que llegar, y estoy convencida de que va a llegar, a la Junta del Gobierno de Andalucía.
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