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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Palma celebra su última corrida de toros tras la ofensiva izquierdista

El coliseo balear ofrecerá esta noche su cartel previsto con los diestros Cayetano Rivera Ordóñez, Francisco Rivera Paquirri y Alejandro Talavante.

La plaza de toros de Palma acoge esta noche la que podría ser su última corrida en la versión tradicional, a la espera de la publicación en el Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB) de la Ley de los toros «a la balear».

Aún sin publicar, fuentes del Govern autonómico han señalado que los espectáculos ya contratados y registrados oficialmente se podrán celebrar como hasta ahora.

Por lo tanto, el coliseo balear ofrecerá esta noche su cartel previsto con los diestros Cayetano Rivera Ordóñez, Francisco Rivera Paquirri y Alejandro Talavante, que lidiarán reses de Núñez de Tarifa.

El Parlament balear aprobó a finales de julio, con los votos de los partidos de izquierda y la oposición del PP y Cs, la bautizada como Ley de toros a la balear, que prohíbe expresamente maltratar y matar a los morlacos, por lo que los toreros solo pueden emplear el capote y la muleta, ni banderillas, ni estoques, ni puntillas. En ningún momento puede derramarse sangre.

El Gobierno ya ha adelantado que la Abogacía del Estado recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional, que como medida cautelar podría «congelar» su aplicación hasta que tome una decisión definitiva, que es lo que espera que suceda la Federación de Tauromaquia de Baleares para continuar celebrando corridas.

El Ministerio de Cultura ha remitido al ejecutivo balear que cuestiona 9 de los 14 artículos de esta ley por vulnerar aspectos de la Constitución y recuerda una reciente sentencia del Constitucional que advierte de que las regulaciones autonómicas sobre esta materia «menoscaban» las competencias estatales.

Los toros a la balear cambian radicalmente con la tradición del toreo: las corridas son incruentas, sin ninguna gota de sangre por parte del animal, solo habrá tres toros por festejo y la lidia durará como mucho 10 minutos.

Aún hay más: la nueva norma obliga al torero a someterse a un control antidopaje previo; también los animales deben pasar un reconocimiento veterinario antes y después de su lidia, de tal forma que se puedan descubrir posibles daños sufridos para poder ser tratados convenientemente al regresar a su ganadería de origen.

En la nueva norma hay una mayor presión para el empresario, que deberá pagar una importante suma de dinero en concepto de seguros y permisos. Las sanciones -leves, graves y muy graves- van de 300 a 100.000 euros.

La ley ha sido aplaudida por los defensores de los animales y ha exasperado a los taurinos. Para el presidente de la Federación Taurina de las Islas Baleares, Juan Antonio Álvarez, el Govern ha mostrado su «sinrazón» y una actitud «caciquil» con un texto que es «un intento de rechazar todo lo español, cualquier rasgo de identidad española». En opinión de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, «en el siglo XXI no se puede permitir la tortura de los animales».

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