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La mujer sufrió penetraciones anales, vaginales y bucales por parte de cuatro personas

Condenados a 19 años de cárcel los tres inmigrantes que violaron en grupo a una joven en Santander en 2022

Condenados a 19 años de cárcel los tres magrebís que violaron en grupo a una joven en Santander en 2022
Los acusados durante el juicio. Europa Press.

La Audiencia Provincial de Cantabria condena a 19 años de cárcel a los tres inmigrantes que violaron en grupo a una joven a la que acababan de conocer. La mujer estaba afectada por la ingesta de alcohol y drogas.

Es una sentencia notificada este martes y contra la que cabe recurso de apelación. La Sección Primera de la Audiencia Provincial les considera autores de un delito de violación y cooperadores necesarios de otros tres delitos de violación. Además, el tribunal ha condenado a otro hombre a ocho años de prisión como cómplice por omisión de cuatro delitos de agresión sexual. Éste permaneció inmóvil mientras los demás violaban a la chica.

Junto a las penas de prisión, el tribunal les prohíbe acercarse a la mujer durante 30 años. También les inhabilita para desarrollar profesión que conlleve contacto con menores durante el mismo tiempo y les impone libertad vigilada tras la prisión de diez años.

Para el cómplice, la prohibición de acercarse a la joven es de 16 años, la misma duración que la inhabilitación. También se le impone una medida de libertad vigilada de cinco años. Deberán indemnizar de manera conjunta y solidaria con 30.000 euros a la mujer, con un trastorno de estrés postraumático grave.

Según los hechos probados que se reflejan en la sentencia, la mujer, que se hallaba de fiesta y había consumido «grandes cantidades de alcohol, además de cocaína y cannabis». Conoció en un after a uno de los acusados junto a otros tres hombres, también procesados.

Horas después, tras el cierre del local, «estando la mujer en un considerable estado de intoxicación», fue convencida por el primero para que fueran a casa de uno de los otros. Una vez allí, la mujer «se introdujo voluntariamente» en un dormitorio de la vivienda. Lo hizo junto con el hombre que había conocido «con la intención de entablar una relación con el mismo».

«Sin embargo, de forma inesperada, mientras se besaban, en la habitación se introdujeron» dos de los otros acusados. «Con ánimo libidinoso, comenzaron a tocar el cuerpo de la joven». Ante esa situación, la mujer se quedó paralizada «en estado de shock». Momento en que la trasladaron hasta la cama y, sin usar protecciones, uno de ellos la penetró vaginalmente.

Entonces, accedió a la habitación el cuarto acusado, que «se sumó a dicho acto sexual pese a la voluntad contraria» de la joven, y otro quinto varón, sin identificar.

La mujer sufrió penetraciones anales, vaginales y bucales por parte de cuatro personas. El hombre con el que ella entró a la habitación tuvo una «presencia pasiva», «sin evitar los hechos». El tribunal añade que la joven «nunca quiso mantener las citadas relaciones sexuales, pero se vio rodeada de cuatro varones casi desconocidos de fuerte complexión».

Todos ellos «actuaban pese al evidente desasosiego y angustia», de la joven «incapaz de impedir dichas relaciones sexuales por su inferioridad física». Además, la mujer tenía «temor a que pudieran agredirla y consumar violentamente dichas relaciones en caso de resistirse por la fuerza».

Tras estos hechos, «en un estado de máxima confusión por lo ocurrido», la joven salió de la vivienda con dos de ellos para dirigirse a su casa. Sin embargo, el hombre al que primero conoció y con el que había accedido a tener una relación la llevó a su casa. Allí se extrajo el pene del pantalón y la mujer salió corriendo por la puerta de la vivienda hasta encontrarse con una amiga a la que había llamado.

El juez da estos hechos por acreditados a la vista de las pruebas: el relato de la mujer, que es «claro, coherente y convincente». Las declaraciones de los acusados no niegan las relaciones sexuales mantenidas, aunque dicen que fueron consentidas. También los informes forenses sobre el estado de la mujer tras los hechos.

Así, la sala considera que el relato de la joven «no ha variado ni un ápice en lo esencial» y sobre su negativa a prestar relaciones sexuales con los procesados. Éstas fueron efectuadas por la coerción de su voluntad anulada».

Además, existen «elementos de corroboración», como el comportamiento de la mujer tras los hechos «abandonando corriendo el piso en cuanto supo que su amiga le venía a buscar». También el estado en que se encontraba horas después, descrito por la médico forense que la vio en urgencias.

El tribunal define cuatro delitos de violación y actuación conjunta de varias personas. Tres de estos delitos de violación los perpetraron tres de los acusados, y el cuarto, por un varón no identificado. Además, la actuación conjunta conlleva que cada uno sea condenado como cooperador necesario de los delitos del resto (tres).

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