«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

‘Los independentistas pueden encontrarse con una sorpresa’

El periodista político Fernando Hernández Valls explica que en Moncloa no descartan ninguna opción para frenar el referéndum y que el 1-O. Sobre las conspiraciones políticas dice que España no es ‘House of Cards’ y da fe de que haya pasado el tiempo en el que los políticos españoles «no entendían que tenían que pactar».

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Fernando Hernández Valls es, pese a su juventud, un periodista veterano. Casi quince años trabajando en los núcleos de poder del país -Moncloa, Las Cortes, Génova, Ferraz…- hacen de él uno de los profesionales con mejor información del panorama político español.
Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense y antes de acabar la carrera ya estaba en nómina de El Confidencial Digital, donde estuvo más de una década. Hoy es corresponsal político de lainformacion.com. Acaba de publicar «El año que vivimos sin gobierno», un relato en primera persona de las noches electorales y las negociaciones que se produjeron después de las elecciones del 20D y del 26J.

Fernando Hernández Valls tuvo acceso a las fuentes directas de aquellos meses que tuvieron al país en vilo y en los que «no hubo presupuestos, no hubo partidas y España estuvo prácticamente paralizada«.

Recuerda que hubo jornadas en las que se producían tres y cuatro convocatorias importantes: «El Gobierno convocaba en Moncloa, el PSOE en Ferraz y C’s y Podemos igual; al margen de los micrófonos hubo muchos movimientos en la sombra«. Fue un período de «gran incertidumbre» en el que ni siquiera los protagonistas estaban muy seguros de que depararía el día siguiente. Y se dieron, por supuesto, conspiraciones. Conspiraciones, por ejemplo, «para apartar a Mariano Rajoy de la Moncloa».

-El IBEX es, teóricamente, la reunión de las 35 empresas mas grandes del país. Sin embargo, todo el mundo habla de que a sus directivos les gusta intervenir en política, ¿mueven sillas?

Es cierto que son gente poderosa y que concentran gran parte del PIB español, y sus decisiones tienen consecuencias, claro, pero el IBEX a nivel político no tiene poder. Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que Mariano Rajoy se ha reunido con ellos. No tiene contacto con los grandes empresarios, está muy alejado de ellos, al contrario de lo que ocurría con, por ejemplo Aznar, Felipe o Zapatero. Es un mito que el IBEX tenga capacidad para quitar y poner gobiernos, eso en España no está pasando. Lo que vemos en series como House of Cards no ocurre en España.

-Pero sí lo han intentado. En el libro dices que el propio Rajoy es consciente de que le están moviendo la silla. Y lo mismo con Pedro Sánchez, que pasó de ser simpático para los poderosos a dejar de serlo. De modo que quizá no obtengan frutos, pero sí maniobran.

Sí maniobran. Cuento en el libro cómo a los poderes fácticos no les interesa, por un lado, que siga gobernando Rajoy, de ahí que surgieran varias operaciones, como la famosa “Operación Menina”, como la famosa “Operación Monti”, la vía Guindos, Margallo… y por otro lado tampoco querían a Podemos en el Gobierno. Y después del 26J también hubieron movimientos para que se produjera un cambio en el PSOE, como así ocurrió. Pero España es un país democrático y las decisiones las toman los partidos politicos y en el Congreso.

-¿Y la presunta influencia del IBEX en Ciudadanos?

También hay bastante mito con eso de que Ciudadanos es el partido del IBEX. Las cuentas de Ciudadanos son claras y ahí no hay aportaciones del IBEX. ¿Que en algún momento fueron impulsados por determinados medios de comunicación? Pues a lo mejor, pero de ahí a ser el partido del IBEX…

-Cuantas, al respecto de Ciudadanos, una cosa bastante comprometida, y es un informe, un dossier, que llegó a circular por Moncloa antes del 20D… ¿qué decía ese dossier?

Fue un dossier que había preparado gente cercana al Partido Popular, que lo conocían diferentes periodistas y líderes de opinión y en el que se apuntaba que Albert Rivera había tenido un pasado algo turbio. El texto estaba preparado para salir a un medio de comunicación si la cosa se complicaba para el PP en los sondeos. En aquellos días Ciudadanos arañaba, semana tras semana, votos y votos al PP. Finalmente la cosa se estabilizó, no hubo tal fuga de votos y ese dossier nunca vio la luz.

Objetivo: sacar a Rajoy de la Moncloa

-¿Qué hay de cierto que cuando se le movió la silla a Mariano Rajoy José Mabuel García Margallo se postuló como posible candidato?

Es cierto que en su día, cuando se hablaba de que un tecnócrata ocupara el poder, como ocurrió con Mario Monti en Italia, él no dijo que no. Incluso en alguna conversación abrió la puerta a la posibilidad de que fuera él mismo el que liderará la investidura. Y puso encima de la mesa, entre otras cosas, sus buenas relaciones con alguna gente del PSOE.

-¿Rajoy se entera de esa operación?

Sí, llegó a sus oídos. Y le molestó bastante, tanto este como otros movimiento para descabalgarle.

-¿Qué más movimientos hubo?

Aznar el 21 de diciembre acude por sorpresa a un Comité Ejecutivo del PP y lee un discurso que no sienta nada bien a Rajoy y a su equipo. Esperanza Aguirre también hace algunas maniobras que no gustan nada al presidente, y algún barón también intenta desestabilizarle. Fue, por ejemplo, el caso de Juan Vicente Herrera con aquella frase de “Rajoy debería mirarse al espejo”.

-¿Hubo alguna vez un Gobierno del PSOE con Podemos y los separatistas, tal y como se dijo?

No me consta. Mira, hay dos motivos por los que Pedro Sánchez no fue presidente del Gobierno. De uno tiene la culpa él y del otro tiene la culpa Pablo Iglesias cuando aquellas peticiones totalmente disparatadas: el CNI, la vicepresidencia, no sé cuántos ministerios, el BOE, el CIS… Y el segundo motivo es él mismo. Él podría ahora mismo estar en La Moncloa. Porque él se llega a reunir con ERC y ERC le pide un referéndum para investirle. Y dice que no.

-Volvamos al presente. Una vez superadas aquellas crisis internas, ¿cómo ves al presidente?

Internamente le veo fuerte, con una FAES y un aznarismo bastante debilitados. Le veo preocupado por lo que pueda ocurrir en Cataluña, pero también le veo firme y dispuesto a adoptar cualquier decisión de las que están sobre la mesa. Ahora mismo en Moncloa no se descarta ninguna opción. Y ninguna es ninguna.

Cataluña

-¿Cómo se ve dese Moncloa el tema catalán? Se acusa a Rajoy de tancredismo.

Está todo contemplado. Rajoy dice que muy fácil hablar desde una tertulia pero que lo difícil es tomar decisiones. Hasta que los independentistas no han hecho un movimiento legal el Gobierno no ha podido responder. Hasta ahora todo han sido anuncios de anuncios. Hasta que esta semana no han concretado las leyes de referéndum y transitoriedad, el Gobierno no ha podido mover ficha. El presidente baraja todas las opciones, los independentistas pueden encontrarse con un sorpresa.

-¿Qué va a pasar el 1-O?

Vamos a encontrarnos con una votación, no sé cómo la harán, pero alguna cosa harán. Y el día dos podemos encontrarnos con una declaración de independencia de Puigdemont. Ese es su deseo y yo creo que lo llevará a cabo. Habrá dos «legalidades» funcionando a la vez. La española, con un TC que ha anulado todo, y la supuesta legalidad catalana a la que algunos se acogerán. Va a ser muy difícil gestionar esos días. Muy difícil.

-Descartas la secesión.

Es totalmente imposible con el actual marco constitucional.

La izquierda

-¿Sigue partido el PSOE?

La división sigue existiendo. Una anécdota: sé de algunos diputados de los que apoyaron a Susana Díaz que han acudido a algunas agrupaciones de España este verano y han vuelto a ser increpados. Es decir, la división todavía existe. También es cierto que Sánchez ha conseguido movilizar a ese antiguo votante del PSOE que se había ido a Podemos o a la abstención. El PSOE ahora está disparado en las encuestas. Veamos cómo gestiona Sánchez ese ascenso en los encuestas.

-¿Habrá moción de censura?

La moción de censura está contemplada, pero no ahora. ¿Por qué? Una moción de censura ha de llevarse a cabo cuando uno está estancado, pero no cuando el partido sigue una línea ascendiente, que es el caso de este PSOE.

-¿Tendría Sánchez los apoyos necesarios?

La clave está en PNV y PdCAT. Por eso el Gobierno se está trabajando tanto al PNV y a los canarios. En cualquier caso, descarto que Sánchez que Sánchez busque apoyos a cambio de un referéndum de secesión.

-¿Qué tal es Pedro Sánchez en la distancia corta?

Es una persona bastante cercana, si bien es cierto que ahora se ha alejado bastante de los periodistas. Quizá porque los dos somos aficionados al running, a mi es un tipo que me cae simpático.

-¿Y Pablo Iglesias?

Pablo Iglesias ha cambiado del 2015 a ahora. Lo de la cal viva le perjudicó bastante. El Pablo de ahora es mucho más calmado. Fíjate en el Pablo Iglesias de la moción de censura, qué lejos de aquél Pablo Iglesias envalentonado. O el debate de Gürtel, donde estuvo bastante relajado.

-Rivera

Con Rivera coincido en que nos gusta nadar y nos olvidamos de nuestros problemas nadando. Y es un currante nato. Ha llegado hasta aquí por méritos propios.

-Iglesias y Rivera, Podemos y Ciudadanos, ¿han llegado para quedarse?

Han venido para quedarse. Los sondeos actuales siguen sin dar mayoría absoluta con sólo dos partidos. Y eso es muy positivo para los ciudadanos. Se necesitan unos a otros. A mi me gusta que en esta nueva etapa parlamentaria, por ejemplo, que algunas de las reformas que impuso el PP se van a caer, y otras propuestas del PSOE van a salir adelante. Y exigencias de Ciudadanos saldrán adelante por el apoyo obligado del PP.

-De manera que te parece positivo. Sin embargo, este cuatripartidismo es la causa del año sin Gobierno.

Porque hubo un tiempo en el que los políticos españoles no entendían que tenían que pactar. Mira, antes del 26 J se produjo una reunión en el Congreso de todos los partidos para rebajar los gastos electorales. ¡Y de ese reunión salieron sin un acuerdo! Eso es bochornoso. Las cosas están cambiando. A mí me causó una sensación muy positiva ver como Rajoy acudía a la gestora del PSOE para pactar el techo de gasto. Lo hizo a cambio de subir el salario mínimo interprofesional en los siguientes cuatro años. Eso, con un único partido no se hubiera producido.

-¿Te parece tan peligroso Podemos como se le pinta?

No. Son gente normal. Y algunos muy currantes. Aunque es cierto que llegaron al Congreso con cierta ingenuidad. Por ejemplo, al principio se les escapaba preguntar a Rajoy en las sesiones de control al presidente del Gobierno. Carolina Bescansa es bastante seria en su trabajo, que es el demoscópico. Y Errejón es un tipo muy válido. Y Pablo Iglesias. Son currantes. Han cambiado. El propio Iglesias reconoció que el discurso del miedo les afectó. Aquello de “Esto va a ser Venezuela”, eso les afectó.

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