«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Hizo saber que se sentía «agredido» por el partido y puso en duda su fidelidad

Ábalos avisa a Santos Cerdán tras la auditoría contra él: «Estáis demasiado confiados en mi lealtad»

El diputado del Grupo Mixto José Luis Ábalos, durante una rueda de prensa, en el Congreso de los Diputados - Europa Press

El exsocialista y actual diputado del grupo mixto, José Luis Ábalos, lanzó una clara amenaza a la cúpula del PSOE el mes pasado al percibir que el Gobierno estaba adoptando una postura cada vez más adversa hacia él. Esta tensión se ha incrementado especialmente en las últimas semanas, justo antes de que el Ministerio de Transportes, liderado por Óscar Puente, hiciera pública una auditoría que lo implica directamente en el supuesto caso de corrupción relacionado con Koldo.

Antes de que esta información saliera a la luz, Ábalos había mantenido conversaciones con Santos Cerdán, el secretario de Organización del PSOE, a quien le expresó su descontento y le hizo saber que su fidelidad al partido no debía darse por sentada. En repetidas ocasiones, durante estos diálogos, Ábalos dejó claro que se sentía «agredido» por el partido, refiriéndose a la auditoría que lo acusa de inflar el precio de las mascarillas en cuestión de horas y de ser el principal responsable de las irregularidades que están bajo investigación en la Audiencia Nacional.

Furioso por la falta de apoyo del PSOE y por las filtraciones de sus datos personales en medio de la investigación judicial sobre la adquisición de material sanitario durante la pandemia, Ábalos advirtió a la dirección socialista: «Estáis demasiado seguros de mi lealtad». A partir de este momento, el exministro ha asegurado que votará «en conciencia» en el Congreso, donde todavía mantiene un escaño que podría resultar crucial en votaciones cerradas. Ha dejado entrever que se avecina una fase de confrontación total, manifestando que «lo que tenga que venir, vendrá».

En los últimos días, Ábalos ha ampliado sus contactos con otros dirigentes del partido, más allá de Cerdán, en un esfuerzo por expresar su descontento. Según fuentes cercanas al exministro han asegurado a EL MUNDO, varios de sus antiguos compañeros han mostrado su «malestar» por la forma en que se ha manejado el informe del Ministerio de Transportes, criticando la decisión política del PSOE de atacarlo con tanta dureza, especialmente considerando que el asunto está bajo investigación judicial.

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