El exministro de Transportes y figura clave del PSOE José Luis Ábalos, trasladó este jueves en su comparecencia ante el Tribunal Supremo la responsabilidad hacia Koldo García, a quien identificó como el principal enlace de Víctor de Aldama en la investigación sobre comisiones de mascarillas y la adquisición de un chalet en La Alcaidesa.
Sin embargo y mientras se espera que el juez autorice el acceso a dispositivos electrónicos clave, informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han destacado el papel central de Ábalos en los preparativos del controvertido Delcygate, cuyos preparativos iniciales datan de hace cinco años, en diciembre de 2019.
Las primeras pistas del Delcygate se remontan a los días de la Cumbre del Clima (COP25), celebrada en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019. Durante este evento, Jorge Rodríguez, vicepresidente de Comunicación de Venezuela y hermano de Delcy Rodríguez, lideró la delegación venezolana y coincidió con Ábalos en diversas reuniones. Según las investigaciones, fue en ese contexto donde se habrían negociado los detalles de un posterior viaje de Delcy a España.
El 8 de diciembre de 2019, en pleno desarrollo de la cumbre, tuvo lugar una celebración sorpresa por el 60 cumpleaños de Ábalos en el restaurante Welow de Aldama, organizada por Koldo García. A la fiesta asistieron figuras destacadas como el presidente Pedro Sánchez y Begoña Gómez, según informaciones reveladas por The Objective y confirmadas por la ministra María Jesús Montero.
Un documento encontrado por la UCO en el ordenador de Aldama revela una invitación redactada el 10 de enero de 2020, supuestamente en nombre de Ábalos, que buscaba establecer la visita de Delcy Rodríguez a España como vicepresidenta de Venezuela. Este escrito, enviado a Koldo García minutos después de su creación, sería una prueba de cómo se usaron recursos de alto nivel del Ministerio de Transportes para coordinar el viaje.
En la madrugada del 20 de enero de 2020, Delcy Rodríguez aterrizó en el aeropuerto de Barajas, pese a las sanciones que pesaban sobre ella por parte de la Unión Europea. Horas antes de su llegada, la Embajada de España en Caracas había enviado una alerta sobre su viaje, pero esta advertencia no se consideró hasta último momento. El propio Ábalos había informado a Sánchez de la visita en un mensaje enviado el 16 de enero, en el que también mencionaba acuerdos con empresas españolas como Duro Felguera. Sánchez respondió con un escueto «bien«, dando luz verde a la reunión.
Las conversaciones interceptadas muestran la estrecha relación de Ábalos con Koldo García y Víctor de Aldama, quienes se referían a él como «el jefe». Además, en comunicaciones entre Aldama y Delcy Rodríguez, también se alude a Ábalos con este apelativo. Según los informes, el 27 de diciembre de 2020, cuando se firmó un contrato para la compraventa de 104 lingotes de oro por 68 millones de dólares, Ábalos habría mantenido contacto directo con Nicolás Maduro para coordinar la operación.
La Guardia Civil subraya que las gestiones de Koldo García para preparar la visita de Delcy contaron con la colaboración del Ministerio del Interior, dirigido entonces por Fernando Grande-Marlaska. A pesar de los intentos iniciales de negar su implicación, finalmente se admitió la participación de su jefe de gabinete, Rafael Pérez, en la organización del viaje.
En conclusión, los informes de la UCO revelan una compleja trama de negociaciones y encuentros entre altos cargos españoles y venezolanos, con Ábalos en el centro de la polémica. A medida que avanza la investigación judicial, el acceso a nuevas pruebas podría arrojar más luz sobre el alcance de estas operaciones y sus implicaciones políticas.