«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Se trata de una figura clave en la defensa marítima de España

Abertzales vandalizan a martillazos una placa en recuerdo de Blas de Lezo en Pasajes (Guipúzcoa)

Placa de Blas de Lazo en Pasajes. Redes Sociales

La placa conmemorativa dedicada a Blas de Lezo y Olavarrieta, famoso almirante guipuzcoano que defendió Cartagena de Indias de los británicos en el siglo XVIII, ha sido objeto de un acto vandálico en Pasajes, su localidad natal. Un grupo vinculado a la izquierda abertzale atacó el monumento durante la noche, según muestra un vídeo difundido por el colectivo Jardun.

Encapuchados armados con un martillo golpearon la placa ubicada en una plaza del municipio. Aunque el vídeo no detalla el alcance de los daños, las imágenes dejan constancia del acto. Además, los atacantes arrancaron y lanzaron al suelo una bandera de España, en un gesto simbólico que acompañó a la acción.

El ataque fue reivindicado por Jardun, una plataforma que agrupa a colectivos como Jarki y que se define como socialista, revolucionaria y abertzale. Este grupo, crítico con la línea oficial de Sortu y sus juventudes, Ernai, utilizó el acto para promocionar una manifestación convocada en Durango (Vizcaya) este viernes 6 de diciembre, coincidiendo con el Día de la Constitución.

Blas de Lezo, nacido en Pasajes, es una figura histórica clave en la defensa marítima de España, especialmente recordado por su liderazgo durante el asedio de Cartagena de Indias en 1741. A pesar de su relevancia, su figura ha sido objeto de polémica en algunos sectores ideológicos.

Jardun, que reúne a diversos colectivos de izquierda abertzale, mantiene posturas más radicales que las de EH Bildu, liderado por Arnaldo Otegi. Este acto de vandalismo refleja las tensiones internas entre las distintas facciones de la izquierda abertzale, así como su oposición frontal a los símbolos y figuras históricas asociadas al Estado español.

El incidente ha sido interpretado como una acción política destinada a visibilizar sus reivindicaciones, pero también ha provocado indignación en sectores que defienden el legado de Blas de Lezo como parte del patrimonio histórico y cultural español. La vandalización de la placa subraya el enfrentamiento ideológico que persiste en torno a la memoria de figuras históricas y los símbolos nacionales en la región.

Este ataque añade un capítulo más a la controversia sobre el tratamiento del pasado histórico en España, y pone de manifiesto cómo ciertos grupos buscan utilizar monumentos y homenajes como plataforma para promover su agenda política.

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