Las 7.000 personas de una docena de municipios que aún no tienen servicio de agua a causa de la DANA que ha arrasado gran parte de la provincia de Valencia tendrán restablecido el suministro en un plazo máximo de diez días, según la previsión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) a partir de los datos facilitados por las empresas operadoras
Inmediatamente después del temporal, alrededor de 600.000 personas se quedaron sin agua. A fecha de 9 de noviembre, tras los trabajos realizados para restaurar este bien, esta cifra se mantiene en los 7.000 ciudadanos. En este punto, se trata ya no tanto de problemas en las redes de abastecimiento, como, en la mayoría de los casos, de incidencias que afectan a los propios edificios.
La idea, según las mismas fuentes, es que en ese plazo estén solventados tanto los problemas de cantidad como los de calidad. Ahora bien, hay que tener en cuenta que todo está condicionado a que se han tenido que habilitar puntos de suministro no habituales que pueden presentar afecciones.
De hecho, en estos momentos hay unos 60 municipios donde se está analizando la calidad del agua por si pudiera implicar algún problema de salud.
Por lo tanto, la recomendación general para las zonas afectadas por el temporal es beber agua embotellada. En este sentido, a través de un mensaje en redes sociales, el presidente de la Generalidad, Carlos Mazón, ha recalcado que Salud Pública recomienda el uso de agua embotellada para beber y cocinar en todos los municipios afectados por la DANA.
«El agua sí puede usarse para ducharse y asearse. Hay agua embotellada gratuita en los puntos de avituallamiento de cada localidad. Ante cualquier duda consulte las autoridades municipales», ha subrayado.
Y tras la reunión del Cecopi de este domingo, Mazón ha comparecido para insistir en esta recomendación y subrayar que se beba y use para cocinar «el agua embotellada, gratuita, que además hay de sobra, nos hemos encargado que haya de sobra».
En cualquier caso, como «hay realidades distintas en función del municipio», ha instado a dirigirse al ayuntamiento correspondiente para recibir las instrucciones más adecuadas.
«Insisto, agua embotellada para beber y cocinar hay de sobra, hay suficiente material atesorado como para que haya de sobra en los puntos de distribución, y el agua corriente es apta, en principio, para el aseo personal», ha resumido.
Esta recomendación ha sido también señalada tras la reunión del Cecopi por la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, quien ha reafirmado la conveniencia de consumir agua en botella y de seguir las indicaciones que proporcionan los ayuntamientos.
Además, se han hecho analíticas a las aguas en cinco municipios —los resultados se esperan en breve—, donde las autoridades locales ya han comunicado que todavía no es apta para el consumo humano, ni siquiera hirviéndola antes.
Por otra parte, se da la circunstancia de que las tareas de limpieza de las áreas devastadas por el temporal han disparado la demanda de agua, que ha multiplicado por cuatro las necesidades normales.
Esto explica, por ejemplo, que, aunque el suministro en Valencia no llegó a estar amenazado, los ciudadanos hayan podido apreciar bajadas de presión debido a que la operadora ha de equilibrar continuamente para que ningún domicilio se quede sin servicio.
Ante este escenario, se han buscado soluciones alternativas. Por ejemplo, en uno de los puntos de suministro de envergadura, como es la estación de tratamiento de agua potable de Sagunt, se ha suplido la dificultad de poder contar con agua de calidad con la aportación de la desaladora.
Albufera
También se aplicaron tras la DANA itinerarios alternativos para evitar al máximo perjuicios al parque natural de l’Abufera. En este caso, se han localizado puntos de vertido alternativos, aprovechando los azarbes.
En esos momentos, lo que corresponde es evaluar cuál ha sido el daño que puede haber sufrido la laguna como consecuencia del efecto arrastre de las lluvias.
Está previsto, al igual que se hace con los grandes incendios, llevar a cabo una línea de recuperación de las condiciones ambientales del dominio público hidráulico afectado, que se hará a cargo del presupuesto del Ministerio.