El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, viaja este lunes a Londres para reunirse con su homólogo británico, David Lammy, con el acuerdo sobre Gibraltar que ultiman Reino Unido y la UE aún sobre la mesa, según ha anunciado Exteriores.
Anteriormente, Albares ya tuvo ocasión de hablar con Lammy en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Washington, pero este será el primer encuentro bilateral propiamente dicho entre ambos, tras la llegada del nuevo Gobierno laborista al poder el pasado mes de julio. Tras aquel encuentro, el ministro ya dijo que la voluntad de los dos gobiernos era que las negociaciones se pudieran retomar cuanto antes y en el punto en que se habían quedado como consecuencia del parón a nivel político.
Sobre la mesa está, según ha repetido en numerosas ocasiones Albares, una propuesta de acuerdo «equilibrado» planteada por Madrid y Bruselas. A su vez, el nuevo Gobierno laborista británico ha manifestado su voluntad de alcanzar un acuerdo, pero ha dejado claro que no hará nada con lo que no esté de acuerdo el Gobierno gibraltareño.
El objetivo último es la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar, para lo cual está prevista la supresión de la Verja. A cambio, los controles de acceso al espacio Schengen deberían trasladarse al puerto y el aeropuerto de Gibraltar, donde en un primer momento habría presencia de agentes de Frontex, la agencia de fronteras europea.
Picardo afirma que la negociación es «una montaña rusa»
El ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, ya trató de rebajar las expectativas respecto al encuentro entre Albares y Lammy en Londres, asegurando que Gibraltar no era el tema principal, sino las relaciones bilaterales. En una entrevista tras el acuerdo que mantuvo él mismo con Lammy, Picardo reconoció que la negociación del acuerdo es «una montaña rusa».
El ministro principal de Gibraltar explicó que «hay cosas en las que estamos progresando bien y cuestiones que se están volviendo más difíciles a medida que los aspectos técnicos de las mismas se vuelven más aparentes en la mesa de negociación». De lo que se trata, según Picardo, es de llegar a un acuerdo en el que todos ganen: Gibraltar, Reino Unido, España y la UE. Y eso pasa por respetar las «líneas rojas» de todos, lo cual «no es fácil» pero «tampoco es imposible».
