Gibraltar sigue con su proceso ilegal de expansión sobre aguas españolas con el objetivo puesto en construir un complejo residencial, con una zona de ocio y un puerto deportivo. Desde 2020, por la Aduana de la Línea de la Concepción (Cádiz) han pasado 62.311 toneladas métricas de piedra y escollera en dirección Gibraltar en un total de 2.593 movimientos, tal y como revela una comunicación oficial emitida por la Secretaría de Estado de Seguridad el 14 de agosto en respuesta a una petición de información del profesor universitario Guillermo Rocafort Pérez.
Eso sí, en los últimos meses las actividades de expansión en Gibraltar han vuelto a generar tensiones en torno a la soberanía española. Verdemar-Ecologistas en Acción denunció en julio que casi 50.000 toneladas de piedras serán extraídas para reforzar el proyecto Eastside, que incluye la construcción de espigones y la transformación del litoral de la zona.
Según los ecologistas, esta expansión en aguas españolas afecta gravemente a especies protegidas como la Patella ferruginea, una situación que ya lleva años generando controversia. Estas obras se realizan en un área de litigio, reconocida como Zona de Especial Conservación (ZEC) del Estrecho Oriental desde 2012, y cuya soberanía reclama España en virtud del Tratado de Utrecht.
Los trabajos de ampliación de Gibraltar no son una novedad, pues desde 1980 han estado extendiendo su territorio, especialmente hacia el oeste, y ahora las obras se centran en la cara este. En cuanto al transporte de materiales, en 2020 se registraron 73 movimientos de camiones con un total de 1.775 toneladas métricas.
Este número aumentó considerablemente en 2021, con 9.392 toneladas en 359 movimientos, y en 2022 se disparó a 33.817 toneladas en 1.434 desplazamientos. En 2023, hasta el 25 de julio, ya se habían trasladado 1.040 toneladas en 45 movimientos. Sin embargo, desde el Ministerio del Interior aseguran que no tienen constancia ni han recibido alertas de posibles transportes ilegales de materiales desde España hacia Gibraltar.