El empresario Víctor de Aldama, señalado como el supuesto «conseguidor» en el caso Koldo, ha vuelto a implicar al exministro de Transportes José Luis Ábalos en una presunta trama de corrupción. Según el empresario, un lujoso piso valorado en 1,9 millones de euros en el Paseo de la Castellana (Madrid) habría sido ofrecido como «garantía» para asegurar la adjudicación de contratos vinculados a la cartera que gestionaba Ábalos.
No obstante, el exministro ha negado rotundamente estas acusaciones. En declaraciones al diario ABC, Ábalos criticó a Aldama por «no aportar una sola prueba» y calificó la información como fabricada. «Ese listado de obras que mostró parece sacado de un documento de presupuestos, coloreado por alguien y con tres palabras que necesitarían ser analizadas por un grafólogo», declaró.
Aldama, sin embargo, se ha reafirmado en sus palabras durante una entrevista concedida a W Radio. En ella, recordó que su testimonio ante el juez, realizado hace dos semanas, coincidió con su salida de prisión preventiva, donde estaba recluido por otra causa relacionada con fraude en hidrocarburos. «Ese mismo día presenté pruebas que certifican que lo que dije era verdad», aseguró, rechazando cualquier duda sobre la veracidad de sus declaraciones.
En su intervención, el empresario también quiso aclarar su papel en la trama, subrayando que «nunca recibió comisiones» y que, de hecho, era él quien las pagaba. «Yo no blanqueaba dinero. No me gusta la palabra sobornar», puntualizó en un intento por desvincularse de las acusaciones más graves.
Además, Aldama insinuó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría haber tenido conocimiento de la presunta red de corrupción. «Me resulta difícil creer que alguien que hablaba hasta siete veces al día con el señor Ábalos no supiera algo», dijo, dejando abierta la posibilidad de que Sánchez estuviera al tanto.
El empresario evitó entrar en detalles sobre posibles conversaciones con Begoña Gómez, esposa del presidente, a pesar de que durante su declaración judicial afirmó haber mantenido reuniones con ella y con la exministra Teresa Ribera en relación con un proyecto para la España vaciada. Cuando se le preguntó directamente sobre posibles chats con Gómez, respondió tajantemente: «No voy a contestar esa pregunta».
Las declaraciones de Aldama continúan avivando la polémica en torno al ‘caso Koldo’, un caso que mezcla presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos con acusaciones que salpican a figuras clave del Ejecutivo. Mientras tanto, las defensas y los investigadores siguen trabajando para esclarecer los hechos.