El empresario y abogado Víctor de Aldama estaría colaborando con la Justicia para llegar al final del entramado que cada vez afecta a más miembros del PSOE, y cuyo verdadero ideólogo, según fuentes de la investigación, sería el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Así lo ha asegurado la periodista Teresa Gómez, de The Objective, en una reciente intervención en Telemadrid, donde ha apuntado directamente al expresidente como la figura clave detrás del presunto esquema de corrupción.
Gómez ha subrayado que no es ni Santos Cerdán, ni Koldo García Izaguirre ni José Luis Ábalos quien diseñó la arquitectura de la trama, sino que todas las pistas apuntan a Zapatero. Empresarios vinculados a la red y fuentes cercanas a la investigación sostienen que el exmandatario socialista habría coordinado, desde las sombras, una operación con múltiples ramificaciones políticas y económicas.
Uno de los nombres clave en esta acusación es el de Víctor de Aldama, descrito por Gómez no como un simple comisionista, sino como el “hombre de confianza de Delcy Rodríguez en España”. De acuerdo con su testimonio, Aldama habría sido el encargado de poner en marcha toda la estructura logística y empresarial para facilitar la llegada de petróleo venezolano al territorio español, mediante una operativa diseñada para sortear sanciones y controles internacionales.
Según esta versión, Zapatero habría actuado como enlace político entre el régimen de Nicolás Maduro y ciertos intereses empresariales en España, aprovechando su proximidad con altos cargos del chavismo. La periodista asegura que esta estrecha relación explicaría el silencio del expresidente ante las revelaciones de Aldama, quien ha evitado hasta ahora desmentir o confrontar públicamente a su presunto colaborador.
Teresa Gómez también ha advertido que, aunque Zapatero no ha sido imputado ni llamado a declarar en esta fase de la investigación, “si las pesquisas continúan al ritmo actual, es probable que el foco se sitúe cada vez más cerca de él”. A su juicio, hay ya suficientes indicios para que varios de los implicados sean llevados ante los tribunales.
Este nuevo giro se suma a una investigación que ha ido escalando hasta las más altas esferas del Partido Socialista, con conexiones que abarcan desde contratos públicos hasta posibles operaciones de blanqueo vinculadas a intereses energéticos internacionales. Mientras tanto, el expresidente guarda silencio, sin ofrecer aclaraciones sobre su relación con Aldama ni sobre su papel en la supuesta estrategia de importación de crudo venezolano.
