La rueda de prensa para comunicar la entrada en prisión de los tres primeros condenados ha sido modificada para anunciar una prórroga de 15 días
Los 14 condenados a penas de hasta cuatro años por gritar que “Cataluña es España” en la librería Blanquerna de Madrid no tendrán que comenzar mañana su ingreso en prisión. Así lo ha decidido la Justicia, que unas horas antes de que los tres primeros condenados entrasen en la cárcel de Navalcarnero, han retrasado la entrada hasta el día 15 de noviembre.
Los condenados por “defender la unidad de España” habían convocado una rueda de prensa para anunciar su entrada, prevista para el 1 de noviembre a las cinco y media de la tarde, pero el acto ha tenido que ser variado al haber conocido la noticia de la prórroga unas horas antes de la convocatoria.
En la rueda de prensa han asegurado que están preparados para cumplir la condena, que consideran injusta. Además, han señalado que les condenaron por gritar lo mismo que “cientos de miles de españoles están gritando en las calles de todas las ciudades españolas los últimos días: ‘¡No nos engañan, Cataluña es España!’ y ‘¡Catalanidad es hispanidad!’”
Durante el acto se ha procedido a la lectura de un “Manifiesto a la sociedad española” en el que explican la situación en la que los condenados: “padres de familia, empleados, estudiantes, parados, autónomos,…” se adelantaron a lo que ahora es un clamor de la sociedad española.
En el manifiesto también piden a la sociedad española que no paren las movilizaciones y que se mantengan firmes ante las posible traición de los dirigentes políticos.
En el turno de preguntas, los condenados por irrumpir en “una cloaca llena de ratas” han asegurado que hay tiempo para que en estos días el Tribunal Constitucional decida sobre la admisión a trámite del recurso de amparo interpuesto, lo que retrasaría el ingreso en prisión hasta que esta instancia decida sobre el caso.
De todas formas, también han confirmado que se ha creado un equipo de trabajo, denominado “Auxilio Azul” para canalizar las ayudas que reciban los condenados, en caso de entrar en prisión, y sus familias.