Un joven argelino de 24 años llamado Riad Roumani, que acumula sobre sus espaldas múltiples cargos y peticiones de cárcel por delitos de sangre que suman más de dos décadas, no será juzgado todavía en España gracias al aplazamiento del primer juicio que tiene pendiente.
Uno de los crímenes por los que se le acusa, en este caso por robo con violencia, ocurrió la madrugada del 13 de julio de 2022 en la calle Basilio Boggiero, donde Roumani, junto a un cómplice no identificado, persiguió a la víctima y su esposa hasta su domicilio. La agresión fue brutal: además de acuchillar al hombre, golpearon la puerta de la vivienda hasta la llegada de la policía. Por este violento robo, la Fiscalía solicita una pena de cinco años de prisión, aunque el juicio tuvo que ser aplazado, ya que ni la víctima ni su esposa, que estaba embarazada en ese momento, pudieron ser localizados para testificar. Todo apunta a que el miedo podría ser la causa de su ausencia.
La víctima relató en su declaración ante la policía que Roumani portaba un cuchillo de grandes dimensiones, el cual le clavó en la pierna izquierda. Afortunadamente, la herida no resultó tan grave como se temía y, tras ser atendido en el Hospital Provincial, se recuperó sin secuelas. Su esposa, por su parte, sufrió una contusión en la zona sacra al ser empujada durante el altercado, lo que llevó a la Fiscalía a solicitar una compensación económica para ambos.
No obstante, el historial violento de Roumani no termina ahí. Un año después del ataque en Basilio Boggiero, en julio de 2023, apuñaló a su antiguo amigo Oussama A., un joven que acababa de cumplir 18 años. Este ataque ocurrió también en las calles de El Gancho, y la agresión fue aún más brutal: Roumani le clavó un cuchillo cerca del corazón. El motivo del ataque, según se supo, fue porque a Roumani no le agradaba que su compatriota se hubiera distanciado de él y cambiara su estilo de vida.
Oussama, quien caminaba con su novia en el momento del ataque, no pudo evitar la primera acometida. Cuando Roumani intentó apuñalarlo nuevamente, el joven se echó hacia atrás para esquivar el ataque, pero al hacerlo cayó al suelo y quedó inconsciente. Las heridas que sufrió afectaron gravemente a dos órganos vitales, el corazón y el pulmón, y según el informe forense, si no hubiera recibido atención médica urgente, habría fallecido. La Fiscalía califica este hecho como intento de asesinato, por el que solicitará una condena de 11 años de prisión, mientras que la acusación particular, representada por el abogado Francisco Antoranz, pide casi 15 años de cárcel.
Tras el ataque a Oussama, la novia del joven declaró al diario Heraldo de Aragón que los médicos le habían dicho que las heridas que sufrió su pareja sólo las habían visto en cadáveres durante autopsias. A pesar de la gravedad de las lesiones, el joven sobrevivió, pero aseguró que tenía dificultades para respirar y dolor en el pecho, lo que complicaba su día a día. La pareja, aunque más tranquila por el encarcelamiento de Roumani, decidió cambiar de barrio por razones de seguridad.