«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La formación de Abascal cree que sólo fomentará la división entre regiones

Aprobado declarar al ‘estremeñu’ como Bien de Interés Cultural con los votos del PP y la única oposición de VOX

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. Europa Press

Unidas por Extremadura ha impulsado una propuesta para declarar el ‘estremeñu’ y el portugués rayano como Bien de Interés Cultural (BIC), iniciativa que ha recibido el respaldo tanto del PSOE como del PP de María Guardiola, aunque ha sido rechazada de forma contundente por VOX. La propuesta busca proteger y revitalizar estas lenguas como parte del patrimonio cultural extremeño.

Durante la Comisión de Cultura, Turismo y Deportes, celebrada el pasado 15 de noviembre, la diputada de Unidas por Extremadura, Nerea Fernández, defendió que reconocer estas lenguas supone un acto de justicia histórica y lingüística. Según Fernández, el ‘estremeñu’ y el portugués rayano representan «una afirmación de nuestra identidad como pueblo extremeño», pero al convivir con el castellano han quedado relegados a lo folklórico o al ámbito privado. Por ello, propone incorporarlas en el currículo escolar y fomentar su investigación y divulgación en la Universidad de Extremadura.

El informe del Consejo de Europa, emitido en septiembre, ha reforzado esta discusión al señalar la necesidad de potenciar las lenguas minoritarias en España. En el caso del ‘estremeñu’, el documento lo describe como una lengua hablada mayoritariamente en el oeste de Extremadura y estima que unas 10.000 personas la hablan, aunque solo 1.000 son capaces de escribirla. Este comité insta a que se le dé presencia en el sistema educativo, denunciando que actualmente solo se realizan talleres y actividades esporádicas para sensibilizar a estudiantes y profesores sobre su valor cultural.

No obstante, VOX Extremadura se ha opuesto firmemente a esta iniciativa, calificándola de «absurda». Según fuentes de esta formación, la declaración del ‘estremeñu’ como BIC busca «crear divisiones entre regiones y fomentar un problema identitario inexistente». El portavoz de Cultura de VOX en Extremadura, Juan José García, advirtió que este tipo de medidas solo generan conflictos, argumentando que «no existe una necesidad real de reconocer una lengua que prácticamente nadie utiliza».

Por otro lado, la Oscec, organización que representa a los hablantes del ‘estremeñu’, ha defendido que el reconocimiento como BIC no solo protege la lengua, sino que también ayuda a preservar un legado cultural único. Según ellos, esta lengua comprende variedades ricas y diferenciadas que son parte integral de la identidad de Extremadura.

El debate sobre las lenguas minoritarias en España no es nuevo, pero la falta de presencia oficial del ‘estremeñu’ en el sistema educativo ha sido uno de los principales puntos críticos del informe del Consejo de Europa. El documento solicita al Gobierno extremeño que se proporcione formación y recursos para incluir esta lengua en la educación ordinaria, reforzando así su transmisión intergeneracional y su visibilidad pública.

Mientras la propuesta avanza, la controversia entre los defensores de la identidad lingüística y quienes la consideran innecesaria mantiene el tema en el centro del debate cultural y político de Extremadura.

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