El principal acuerdo que presentó Schulz a los medios fue el de polĆtica europea, capĆtulo al que se ha aferrado desde que se vio forzado a negociar con Merkel.
El bloque conservador que lidera la canciller alemana, Angela Merkel, y los socialdemócratas de Martin Schulz se encerraron en BerlĆn para intentar consensuar un acuerdo de gobierno en una ardua negociación que ya consume el tiempo de descuento.
Aunque el plan inicial era presentar un documento ayer domingo, ambas partes habĆan previsto dos dĆas extras de reuniones, por lo que el plazo concluye maƱana.
El principal acuerdo que presentó Schulz a los medios fue el de polĆtica europea, capĆtulo al que se ha aferrado desde que se vio forzado a negociar con Merkel una gran coalición que habĆa rechazado de plano despuĆ©s de la debacle electoral de septiembre.
Ā«Hemos logrado mĆ”s inversiones, un presupuesto de inversiones para la eurozona y el final de la polĆtica de la austeridadĀ», anunció a travĆ©s de las redes sociales, sin precisar las medidas concretas que se incluirĆ”n en el documento final.
Según señaló, ambas partes comparten la idea de que Alemania «sólo tendrÔ un buen futuro en una Europa fuerte y unida», y existe ahora una «verdadera oportunidad» de trabajar junto a Francia por una «Europa mÔs democrÔtica, mÔs social y mÔs capaz de actuar».
La jornada de este lunes se atascó en dos de las reivindicaciones del Partido Socialdemócrata (SPD) que suscitan mÔs problemas para la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su ala bÔvara de la Unión Socialcristiana (CSU): acabar con los contratos temporales injustificados y garantizar la igualdad de trato en la asistencia sanitaria pública y privada.
Mientras Merkel aspira a un cuarto mandato como canciller, el futuro de Schulz sigue siendo incierto, con su valoración en caĆda libre en las encuestas.
SegĆŗn un sondeo del instituto Forsa hecho pĆŗblico hoy, si hubiera en estos momentos una elección directa del canciller alemĆ”n, el 46 % de los ciudadanos se decantarĆa por Merkel y sólo un 14 % por Schulz, frente al 37 % de hace un aƱo.
El 53 % rechaza incluso que sea ministro en una eventual nueva gran coalición.
El propio Schulz lo descartó al dĆa siguiente de las elecciones, cuando los socialdemócratas obtuvieron su peor resultado histórico (20,5 % de los votos), pero entonces tambiĆ©n dio un Ā«noĀ» rotundo a una alianza con Merkel.
El lĆder del SPD se vio forzado a dialogar con la canciller cuando Ć©sta fracaso en su primer intento de aliarse con liberales y verdes y el partido se dividió, desgastĆ”ndose tambiĆ©n en las encuestas.
Mientras que el bloque conservador mantiene una intención de voto del 33 %, el SPD cae al 18 % en el estudio de Forsa.
La presentación de un acuerdo -que supondrĆa la tercera gran coalición de Merkel con los socialdemócratas- no derivarĆ” de forma inmediata en la formación de gobierno, ya que el SPD debe someter el pacto al voto de sus cerca de 440.000 militantes.
Es una consulta vinculante y varios sectores del partido, como las juventudes, ya han anunciado que harƔn campaƱa en contra de la alianza con los conservadores.
Schulz, que defiende queĀ AlemaniaĀ y Europa necesitan que se forme un gobierno estable en BerlĆn, deberĆ” por tanto convencer a los afiliados de que el acuerdo incluye las principales reivindicaciones y promesas electorales socialdemócratas.
Entre los acuerdo mÔs destacados hasta el momento se incluyen inversiones millonarias para facilitar el acceso a la vivienda, estabilidad para las pensiones o mejoras en la atención a la dependencia.
No gusta a todos los socialdemócratas el compromiso alcanzado en polĆtica migratoria, donde los conservadores bĆ”varos defendieron la necesidad de endurecer las leyes, y los ecologistas han criticado tambiĆ©n el pacto en el Ć”rea medioambiental.