Los dispositivos de Salvamento Marítimo se activaron el pasado martes tras la notificación de la presencia de un cayuco de grandes dimensiones a siete kilómetros de las costas de Gran Canaria.
El buque Salvamar Macondo se puso en marcha y acudió para prestar asistencia a 62 inmigrantes ilegales, uno de ellos fallecido, procedentes de Mauritania, según información de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
Esta embarcación partió desde el puerto mauritano de Nuadibú, a más de 700 kilómetros del archipiélago canario. Una investigación conjunta de Policía Nacional y Guardia Civil trata de conocer la ruta exacta empleada por los ocupantes del cayuco, que eleva la cifra de llegadas ilegales a las Islas Canarias a casi 10.000.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR) contabiliza a fecha del 31 de julio 9.670 accesos de ilegales al archipiélago. Sumando este último cayuco, la cifra se eleva hasta los 9.732, un 29 por ciento más que el año pasado por estas fechas.
Las autoridades policiales temen una reactivación de la ruta
El anterior cayuco llegado a las Islas Canarias procedente de Mauritania fue interceptado a su llegada a la isla de El Hierro el pasado 31 de mayo. En esta embarcación viajaban un total de 46 inmigrantes ilegales, todos de origen subsahariano, que llegaron por sus propios medios al muelle de La Restinga, según detallaron fuentes del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 112 y operadores de Salvamento Marítimo.
Tras la llegada de la última embarcación a Gran Canaria, los agentes desplegados allí confiesan a La Gaceta de la Iberosfera que temen una reactivación de la ruta. «Normalmente empiezan llegando uno o dos cayucos y después llegan por decenas», aseguran. Los agentes recuerdan los episodios vividos a finales del año 2020, cuando solo durante los meses de octubre y noviembre llegaron más de 18.000 inmigrantes ilegales a Canarias, y temen que esto pueda repetirse.
Fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplegadas en Mauritania aseguran que este año el nivel de detenciones ha aumentado en la zona y señalan que de sacudirse el avispero migratorio por la injerencia de los mercenarios rusos del grupo Wagner en Malí se podría producir un nuevo aluvión de llegadas a las Islas Canarias desde las rutas del Sahel.