Los mismos no dudaron en llamar a compartir la imagen de Aylan Kurdi. ¿Por qué unas víctimas sí y otras no?
El globalismo y los «policías tuiteros» -todos moralistas- han llamado a ocultar las imágenes del atentado islamista de este jueves en Barcelona que ha costado la vida a 14 personas y ha dejado más de un centenar de heridos para «no herir la sensibilidad de las víctimas».
«Por respeto a las víctimas y a sus familias, por favor, no compartas imágenes de heridos en atropello de #Ramblas de Barcelona», tuiteó la cuenta oficial de la Policía.
Los mismos no dudaron en llamar a compartir la imagen de Aylan Kurdi, el niño que apareció en las portadas de la prensa de todo el mundo ahogado en una playa turca y que se convirtió en esencial para que los europeos tragáramos la amarga píldora de la primera avalancha islámica sin rechistar, incluso con entusiasmo buenista.
A Antonio Maestre le gusta pasear a los muertos ante los fotógrafos o esconderlos de ellos. Depende lo que le convenga a él. pic.twitter.com/M7VF37igVI
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 18 de agosto de 2017
El fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, ha sintetizado este pensamiento censurador en un artículo en Público. «No, no es lo mismo publicar la foto de Aylan que la de la niña asesinada por los fanáticos islamistas o los vídeos de los cadáveres atropellados en Las Ramblas. Una busca generar conciencia. Las otras alimentan el odio. Y precisamente porque el odio ciega, le hacen el caldo gordo a los asesinos», ha aseverado.
Monedero ha continuado asegurando que «nada le complace más a los bárbaros del ISIS que lograr en los telediarios la retransmisión de un degüello». «Los que odian en diferentes sitios terminan necesitándose», ha señalado, antes de sentenciar que mostrar las imágenes de Las Ramblas «nace de la estupidez, del odio racista -que es un derivado de la estupidez- y de la justificación de las propias ideas xenófobas y supremacistas que pretenden hacer suyas las víctimas aunque eso multiplique el dolor de las verdaderas víctimas».
La Gaceta aboga por publicar dichas imágenes, sin caer en el morbo, para evidenciar la realidad y respetar a las víctimas, y exponer con claridad lo que está ocurriendo en Occidente.
Las imágenes premiadas con el Pulitzer de fotografía
El infantilismo de la sociedad, que necesita ser protegida de la realidad cuando ésta es terrible, lleva a pedir que se censure las imágenes de la tragedia. Sin embargo algunas de las imágenes más duras han recibido los mayores reconocimientos.
El premio Pulitzer de 1973 fue para el fotógrafo vietnamita Nick Ut quien cubría la Guerra de Vietnam para la agencia estadounidense Associated Press por su recordada foto ‘The terror of war’ en la que vemos a unos niños escapando de las bombas con napalm. Una fotografía histórica que refleja la dimensión del horror.
El de 1996 fue concedido a Charles Porter, un reportero por libre, por una imagen de un bombero trasladando en brazos a un niño, víctima del atentado de Oklahoma City.
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