El Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el socialista Jaume Collboni y apoyado por los separatistas, ha continuado con las batallas de su predecesora Ada Colau. La líder de los comuns llevó al callejero sus obsesiones ideológicas, borrando los nombres de santos en las calles y tratando de acabar con toda referencia a la Monarquía. En una reestructuración del nomenclátor, la corporación ha decidido continuar con esta censura.
Hace algunos años se cambió el nombre de la famosa plaza de Llucmajor. Actualmente «plaza de la República», el Ayuntamiento ha aprovechado el cambio de algunos nombres para reivindicar los éxitos de su manipulación del callejero. La plaza está además decorada por una imponente estatua de la República, que resuelve de esta forma las peticiones de la Ciudad Condal frente a la Monarquía, «una institución anómala» en palabras de Gerardo Pisarello.
En el pleno del Ayuntamiento, donde los distintos grupos municipales han debatido sobre la propuesta de cambio en el nomenclátor, el portavoz de VOX Gonzalo de Oro ha denunciado la «coronofobia» de Colau, que ahora ha heredado Collboni. Del actual regidor ha denunciado que «no tiene ningún sentido, y está continuando la labor de Colau. Se está cargando la tradición de nuestra ciudad, de toda la vida».
Una crítica a la «coronofobia» de la izquierda que se ha ido concretando, a lo largo de los años, con la censura de determinadas calles. La plaza de Juan Carlos I ahora es plaza de Cinc d´Ors; la Avenida del Príncipe de Asturias hace tiempo que fue renombrada como Riera de Cassoles. Y la Avenida de Borbó tiene ahora el nombre de Avenida dels Quinze. Unos cambios que, como el Salón de Plenos del Ayuntamiento, antes de la Reina Regente y ahora Saló Pi i Sunyer, pretender acabar con toda referencia a la Monarquía.
