La okupación ilegal de viviendas sigue siendo un problema creciente en España, impactando tanto a propietarios como a comunidades enteras. Según las cifras más recientes proporcionadas por el Ministerio del Interior, en 2023 se registraron 15.289 casos de allanamiento y usurpación de inmuebles en todo el país. Estos datos reflejan la magnitud del fenómeno, que no se distribuye de manera uniforme a lo largo del territorio nacional, tal y como ha adelantado el diario ABC.
La situación varía considerablemente entre provincias, con algunas zonas experimentando un número significativamente mayor de incidentes en comparación con otras. En algunas provincias, la okupación casi no existe, mientras que en otras se ha convertido en un problema persistente y creciente, afectando no solo a los propietarios, sino también al tejido social de las comunidades. Curiosamente, los lugares con mayor índice de okupación son los que mayor tasa de criminalidad e inmigración ilegal albergan.
Entre todas las provincias, Barcelona destaca de manera alarmante. Con 4.610 casos reportados en 2023, esta provincia supera en más del triple a la siguiente en la lista, que es Madrid, con 1.516 casos. La situación en Barcelona es particularmente grave, representando casi un tercio de todos los casos registrados en España.
Valencia se encuentra en tercer lugar, con 828 casos, lo que subraya una distribución desigual de estos delitos en el país. Mientras tanto, provincias como Soria y Palencia sólo registraron 8 casos cada una, y Zaragoza, Ceuta y Melilla cuentan con cifras igualmente bajas, con 9, 9 y 11 casos, respectivamente. Esta disparidad resalta que, aunque la okupación es un problema nacional, su gravedad varía enormemente según la región.
En cuanto a la resolución de casos, Barcelona también lidera, con 3.772 incidentes esclarecidos, seguida por Madrid con 1.212 casos resueltos. Estos números sugieren que, a pesar de la alta incidencia de okupaciones en Barcelona, las autoridades han logrado un notable índice de resolución, lo cual es esencial para reducir el impacto de este problema en la sociedad.
Este fenómeno de la okupación ha sido motivo de preocupación creciente en ciertas áreas del país, donde las comunidades se ven cada vez más afectadas por la incidencia de estos delitos. Mientras algunas regiones enfrentan el problema de manera esporádica, en otras se ha convertido en una preocupación constante, reflejando la complejidad y la variabilidad del problema a lo largo de España.
