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«Nos sentimos indefensos porque vemos que la Guardia Civil viene y no puede hacer nada frente a ellos»

Un vecino de Toledo sufre dos okupaciones en 24 horas ante la inacción de la Guardia Civil

Guardia Civil. Europa Press

El problema de las okupaciones en España se agrava conforme pasan los meses pese a que la izquierda sigue negando que sea una de las principales preocupaciones a las que se enfrentan los propietarios. Un claro ejemplo de la problemática que existe en torno a este tema en el país es el caso de Ildefonso, un vecino de Cobisa, Toledo, que ha sufrido dos okupaciones en menos de 24 horas.

La pesadilla de Ildefonso comenzó una mañana aparentemente normal cuando salió de su casa para ir a trabajar. Horas después, recibió una llamada de un vecino informándole de que unos okupas habían irrumpido en su vivienda durante su ausencia, según ha detallado el programa TardeAR. Cuando la familia de Ildefonso acudió al inmueble, se encontraron muebles destrozados, libros esparcidos por el suelo y pertenencias sacadas al exterior. Los okupas ya se habían instalado en el porche, habían montado una piscina y sacado sombrillas y sillas de la casa. «Llenaron la piscina y abrieron el agua, que estuvo corriendo hasta que conseguimos que se fueran sobre las 10 de la noche», detalló María, la hermana de Ildefonso, al programa.

La Guardia Civil se presentó en el lugar, pero el desalojo no fue inmediato debido a las restricciones legales que impiden actuar antes de que la okupación supere las 24 horas. «El alcalde estaba con nosotros, apoyándonos en todo momento. Llamó a la Delegada del Gobierno para pedir ayuda, pero la Guardia Civil decía que no se podía hacer nada hasta que pasaran 24 horas», lamentó María.

Finalmente, tras varias horas de tensión, los okupas abandonaron la casa, no sin antes llevarse varios objetos de valor. «Se llevaron bolsas con ventiladores, ropa, una televisión, bicicletas… Todo en nuestras narices, y con la Guardia Civil en la puerta. No podíamos reclamar nada porque ellos decían que no podíamos testificar si era nuestro o de ellos», relató la hermana de Ildefonso.

A pesar de recuperar su hogar, el alivio de Ildefonso no duró demasiado. A la mañana siguiente, mientras intentaban limpiar y reparar los daños ocasionados, Ildefonso salió unos minutos a comprar. En ese momento, los okupas regresaron y volvieron a okupar la vivienda. «Mi hermano salió a comprarse un bocadillo y en esos diez minutos, se la han okupado de nuevo. Cuando le saltó la alarma en el móvil, volvió corriendo, pero ya estaban dentro, sentados, en las mismas sillitas, riéndose de todo el mundo y diciendo que la casa iba a ser para ellos», detalló María al citado programa.

Las autoridades lograron, de nuevo, desalojar a los okupas, quienes amenazaron a los presentes con volver a intentarlo. «Han gritado a todo el pueblo que iban a volver. Nos sentimos indefensos porque vemos que la Guardia Civil viene y no puede hacer nada frente a ellos. Es desesperante», concluyó María.

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