En junio de 2018, Màxim Huerta ocupó el cargo de ministro de Cultura en el primer Gobierno de Pedro Sánchez durante sólo seis días. Este breve mandato terminó abruptamente cuando El Confidencial reveló que Huerta había defraudado a Hacienda 218.322 euros a través de una sociedad creada para pagar menos impuestos.
La mujer del presidente, Begoña Gómez, que está imputada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, creó en el mes de noviembre una sociedad similar a la del fugaz ministro. Gómez es la única accionista y administradora de esta empresa, sin empleados, lo que usualmente se hace para pagar menos impuestos.
Además, se celebra la Campaña del Impuesto sobre Sociedades y Gómez tiene hasta el 25 de julio para presentar su declaración. Sin embargo, nada se sabe sobre la situación fiscal de Gómez, quien no ha mostrado sus declaraciones del IRPF tras ser cuestionada, y este aspecto tampoco fue abordado en el informe que la UCO entregó al juez Peinado.
Las contingencias fiscales de Begoña Gómez, incluyendo las de su sociedad, estarán bajo escrutinio con la investigación del juez Peinado. Además, se cuestiona si ha tributado en el impuesto de Donaciones por el software de la Complutense del que se apropió, recuerda Vozpóuli. Este software, desarrollado por Telefónica, Indra y Google para la Cátedra de la UCM que Gómez dirige, tiene consecuencias fiscales según inspectores de Hacienda y fiscalistas que explican que la apropiación del software debería tributar en Donaciones, un impuesto que compete a la Comunidad de Madrid.
Los inspectores dudan que Gómez haya tributado, ya que esto implicaría reconocer que le han donado el software. Si la UCM consintió, debería haber tributado ella o su sociedad, que ofrecía el software sin pagar por ello. Si la Complutense no consintió, Gómez se lo quedó por su cuenta, pero igualmente debería haber tributado. Los inspectores consultados por el citado diario consideran «muy mala idea» y «muy difícil de explicar» la creación de la sociedad de Gómez, ya que levanta sospechas de tener un fin fiscal dudoso y parece querer aprovecharse del nombre de la Cátedra de la UCM para hacer negocio.
Las escrituras de Transforma TSC SL, la sociedad creada por Gómez, muestran que es una empresa que busca hacer negocio y prevé la «distribución de beneficios» tras el pago de impuestos. Sin embargo, Gómez ha asegurado en cartas de rectificación a algunos medios que «no se está utilizando la Cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva para hacer ningún negocio ni para impulsar ninguna consultora o empresa». No obstante, ha registrado dos marcas en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) a su nombre: una con la denominación de la Cátedra de la UCM que codirige y otra con el nombre de Plataforma Transforma TSC, que ofrece contenidos de la Cátedra y el software desarrollado gratuitamente por Telefónica, Indra y Google.
Lo que no ha registrado es el software, aunque podría hacerlo en el Registro de la Propiedad Intelectual a nombre de una persona física o jurídica. También podría registrarlo en depósito notarial del código fuente, que no es público.