Jornada de protestas en la Bonanova. Tras meses donde la tensión iba en aumento, los vecinos han dicho basta y han decidido alzar la voz ante la inoperancia, cuando no alianza, del Ayuntamiento de Ada Colau con la okupación en particular y la delincuencia en general.
La marcha, convocada por Desokupa, ha contado con el apoyo de centenares de barceloneses que han decidido salir a las calles para protestar por el auge de la delincuencia en la zona de la Bonanova. Los dos edificios okupados, La Ruïna y el Kubo, son cobijo de delincuentes de todo clase y en las últimas semanas los incidentes con los vecinos se han multiplicado.
El pasado fin de semana, un grupo de delincuentes que portaban armas blancas atacaba a unos vecinos. En la madrugada del jueves, los okupas lanzaban bolas de acero desde uno de los edificios ocupados a los transeúntes que paseaban por las calles.
La situación es insostenible y un retrato de la gestión de Colau. La alcaldesa de Barcelona durante los últimos ocho años se ha caracterizado por mirar hacia otro lado mientras la delincuencia tomaba las calles y ante el problema de la okupación, que se extiende como una plaga por toda la ciudad condal.
Al ser cuestionada en el debate de RTVE, Colau señaló que «la okupación no es una preocupación para los barceloneses» y pidió al resto de fuerzas progresistas que «no entraran en el juego de la derecha». «Tenemos que hablar de lo que preocupa a la gente, como la contaminación», sentenció.
La realidad es que Barcelona y su área metropolitana han llevado a Cataluña a convertirse en la comunidad autónoma con mas delitos de este tipo en todo el país. El informe sobre la vivienda y los efectos de la ocupación ilegal realizado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada apunta a que las denuncias aumentaron hasta un 77% en los últimos siete años.
El informe indica que Cataluña encabeza las cifras estatales por ocupación de vivienda desde al año 2015. Ese aumento del 77% se traduce en 7.005 casos de ocupación ilegal registrados el año pasado frente a los 3.950 de siete años antes.
El barómetro municipal de julio de 2022 elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona muestra también el aumento de la preocupación ciudadana en torno a la delincuencia. El 22% de los encuestados consideran que se trata del primer problema en la capital catalana, lo que supone un incremento de un 1% respecto a barómetros anteriores. Por detrás, la limpieza y la movilidad, otros de los grandes asuntos abandonados por Colau.
«Hay que recuperar la seguridad en nuestros barrios»
El candidato de VOX a la alcaldía de Barcelona, Gonzalo de Oro, ha apoyado a los vecinos de la Bonanova y ha explicado que «la ciudad está harta de Colau y sus políticas». VOX ha sido el partido que de forma más rotunda se ha posicionado en contra de la okupación y en defensa de la propiedad privada. La campaña de las elecciones autonómicas de 2021 estuvo marcada por la denuncia permanente del aumento de la delincuencia y la degradación provocada por «las políticas del separatismo y la izquierda».
En la segunda sesión del Debate de Política General (DPG) de 2021, el presidente del Grupo Parlamentario VOX, Ignacio Garriga, señalaba la complicidad del separatismo y la izquierda con la delincuencia. «Cataluña se ha convertido en el foco del delito contra la propiedad privada de toda España. Las víctimas de estos delincuentes son familias trabajadoras que tienen que pasar un auténtico infierno para recuperar sus viviendas», aseveraba Garriga.
En el mes de julio de 2022, los partidos de izquierdas y separatistas en el Parlament votaron en contra de la propuesta de VOX para que la policía pudiera desalojar de manera inmediata a los okupas. Durante los últimos dos años, VOX ha llevado a cabo la campaña Barrios Seguros con la que ha recorrido los principales barrios de Barcelona y algunos de los municipios de Cataluña más castigados por la delincuencia, la inmigración ilegal, el narcotráfico o la okupación.