Para Calvo, la posición de Pablo Casado aleja al PP de la «gobernanza» de un país europeo como España y le aboca a un electorado cada vez más «menguante».
La número dos del Ejecutivo ha concedido una entrevista a EFE en la que ha cargado contra VOX y ha apelado al diálogo con el separatismo catalán, contra quién se ha mostrado menos beligerante. La vicepresidenta ha indicado que el Gobierno estará vigilante de lo que haga la formación de Santiago Abascal en Andalucía.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha alertado del «giro hacia atrás» y la vuelta al «aznarismo» emprendido por el PP bajo el mandato de su nuevo presidente, Pablo Casado
Un viraje hacia la derecha que, a su juicio, le aleja de la posición de centralidad propia de un partido de Gobierno. Calvo hace un repaso del nuevo escenario político tras la llegada de Vox y el «rearme ideológico» del PP sellado en su convención política del pasado fin de semana.
«El PP ha hecho un giro hacia el aznarismo bastante difícil de entender», ha avisado Calvo, que no se explica como el PP, partido mayoritario en el Congreso y en el Senado, ha decidido «voluntariamente» situarse en posiciones propias de la extrema derecha y volver «a lo que representó el aznarismo en este país».
«Aznarismo» que, entre otras cosas, según denuncia la vicepresidenta, metió a España en la Guerra de Irak, «buscando armas que no existían», al tiempo que Aznar ha sido después el único líder mundial que ha sido «incapaz» de reconocer «la mentira de todo aquello».
Para Calvo, esta posición aleja al PP de la «gobernanza» de un país europeo como España y le aboca a un electorado cada vez más «menguante».
«Se puede ser conservador en los espacios intermedios, lo que nadie puede entender es que el PP quiera irse a un espacio extremo que ya lo ocupa otro partido y abandonar un espacio donde ellos han gobernado», ha insistido Calvo, que considera «incomprensible» que un líder joven, como Casado, «decida irse a la extrema derecha».
El Gobierno en Andalucía
En ese contexto sitúa la vicepresidenta los malos resultados del PP en Andalucía, «los peores de su historia», pese a los cuales, ha conseguido formar gobierno junto a Ciudadanos y con el apoyo de Vox.
Fracaso que, en su opinión, el PP no puede intentar «opacar» con la convención «triunfalista» que celebraron los ‘populares’ el pasado fin de semana.
«El PP en esta convención se ha engañado a sí mismo», ha afirmado Calvo, que ha recomendado al PP que tenga «la vista más larga», intente «aguantar» en una posición coherente y no caiga en la ‘extrema derecha’ desde «el primer minuto».
No obstante, también hace autocrítica y reconoce que los tradicionales votantes del PSOE se quedaron en casa en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas. «Para nosotros también es un mensaje. Ojalá acertemos en la propuesta para recuperarlos», confía.
Calvo ha dejado claro que todo el PSOE está volcado en las elecciones municipales del próximo 26 de mayo y, al ser preguntada por el futuro de Susana Díaz ha afirmado: «No tenemos que desviar un tiro a ningún sitio que no sea ése en este momento».
«El partido ahora mismo está absolutamente concentrado, lo demostramos a cada momento», ha garantizado la ‘número dos’ del Gobierno central, quien ha insistido en que el PSOE no se va a «desviar a ningún otro debate que no sea arropar» a los candidatos a los comicios europeos, autonómicos y municipales de mayo.
Sí reconoce que «evidentemente» habrá «candidaturas nuevas» para los próximos comicios, con candidatos elegidos en primarias.
Sobre el nuevo Gobierno andaluz de Juanma Moreno, le desea «suerte» y «lealtad» institucional, aunque prefiere no opinar sobre la composición de un Ejecutivo que apenas ha echado a andar.
No obstante, sí ha confirmado, tal y como ya avanzó Pedro Sánchez, que su Gobierno estará «vigilante» ante cualquier medida que pueda adoptar el Ejecutivo de Moreno fruto de su acuerdo con Vox y que pueda, a su modo de ver, romper el orden constitucional. Una actitud vigilantes que parece no estar demostrando en Cataluña.
«Todos tenemos que estar en el marco de la Constitución, nadie puede hacer planteamientos que invadan competencias de otros ni nadie puede hacer planteamientos que estén fuera del marco constitucional. No hay ninguna vigilancia particular de ningún gobierno particular, eso sirve absolutamente para todos», ha remarcado.
El ‘diálogo’ en Cataluña
Ruptura del orden constitucional que recuerda, se vivió en Cataluña y que obligó, con el apoyo del PSOE, entonces en la oposición, a la aplicación de artículo 155 de la Constitución.
Una situación que el Ejecutivo de Sánchez quiere evitar a toda costa mediante dos ámbitos de diálogo, el diálogo institucional con la Generalitat, y el diálogo entre los partidos catalanes, un «espacio más plural» donde todas las formaciones puedan explicar sus posiciones y existan más posibilidades encuentro.
Calvo volverá a reunirse esta semana con los representantes del Gobierno catalán para cerrar «de manera definitiva» el método y el calendario de trabajo de ese diálogo que, en cualquier caso, siempre se moverá «dentro del orden constitucional y de la seguridad jurídica» como corresponde a un estado de derecho.
Lo que sí garantiza la vicepresidenta es que el Gobierno no hará gestos ni concesiones relativas al proceso secesionista para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Cuentas públicas que no da por perdidas pese a la negativa de los partidos separatistas a apoyarlos si no se producen esas concesiones.
Para la vicepresidenta, «es lógico» que desde el campo separatista se lancen mensajes en este sentido, pero ha garantizado que esas reclamaciones están fuera de la negociación presupuestaria.
El Gobierno -afirma Calvo a EFE- solo hablará de partidas de gasto, de inversiones, y de lo que «se puede cambiar» en las cuentas públicas y «nada más».