«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LA AUTOVÍA HA REDUCIDO A LA MITAD SU CAPACIDAD DESDE ESTE MIÉRCOLES

Caos e incertidumbre entre los viajeros ante los cortes en la A5 por el inicio de las obras de soterramiento

Estación de Cuatro Vientos, nuevo intercambiador improvisado. Europa Press

La capacidad de la A-5 se ha reducido a la mitad desde este 15 de enero para iniciar el grueso de las obras de soterramiento. Se mantienen habilitados para el uso general dos carriles por sentido de circulación en cada una de las calzadas. Durante todo este proceso, la velocidad máxima de la vía en la zona de obras pasa de los 70 kilómetros/hora actuales a 50.

El Ayuntamiento de Madrid, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM), la Comunidad, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y el resto de municipios afectados por las obras han coordinado un plan de movilidad que ha generado caos y cierta «incertidumbre» entre los viajeros.

«Van a ser dos años así… si los políticos tuvieran que sufrirlo, no lo harían así», lamenta una enfermera en un hospital de Madrid capital que vive en El Álamo haciendo referencia al tiempo que se prolongarán las obras. Una estudiante de Derecho en la Universidad Complutense denuncia la falta de información: «En mí autobús desde Móstoles había gente que no sabía nada». Las quejas llegan por la falta de carril bus hasta Príncipe Pío. «Creo que es una negligencia», asegura Marta, habitual usuaria de la línea 528 (desde Navalcarnero). Sí se ha habilitado un carril bus que comienza en el kilómetro 17,800 y finaliza en Cuatro Vientos.

Un total de 28 líneas de autobuses interurbanas se ven afectadas: 17 que tenían su cabecera en Príncipe Pío han modificado su trayectoria para empezar y terminar en Cuatro Vientos, donde se podrá optar por coger el Metro o la línea C5 de Cercanías. Otras llegarán a Plaza Elíptica o a Colonia Jardín.

Cuatro Vientos se ha convertido así en el intercambiador improvisado, donde miles de viajeros han protagonizado esperas y alguna que otra aglomeración. Señalan que sus trayectos en transporte público al trabajo o a la universidad van a duplicar (como mínimo) su duración habitual. En vehículo propio se ha tardado esta mañana unos 45 minutos desde Cuatro Vientos a la zona de Príncipe Pío. «Es tres veces más», señala un trabajador de una clínica dental acostumbrado a acudir cada día en su coche a su lugar de trabajo.

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