La empresaria vinculada a la red de los hidrocarburos y excolaboradora de Víctor de Aldama, Carmen Pano, ha decidido dar un paso al frente y ofrecer su primera entrevista a cara descubierta. Ante las cámaras, Pano confirmó haber entregado personalmente 90.000 euros en efectivo en la sede del PSOE, ubicada en la calle Ferraz de Madrid, siguiendo instrucciones directas de De Aldama. Según su relato, esta operación se llevó a cabo en dos entregas de 45.000 euros cada una durante octubre de 2020.
La empresaria relató a The Objective cómo, tras identificarse en recepción como enviada de De Aldama, accedió sin pasar por controles de seguridad hasta la segunda planta de la sede socialista, donde un hombre la estaba esperando. «Subí al ascensor con la bolsa de cartón que contenía el dinero y se la entregué a una persona de unos 45 años que me estaba aguardando», explicó. Dos semanas después, repitió exactamente el mismo procedimiento, hasta completar los 90.000 euros que constan en una declaración jurada firmada ante notario.
En la entrevista, Pano aseguró contar con pruebas documentales que respaldan sus afirmaciones. «Estoy dispuesta a colaborar con la Justicia y aportar toda la documentación necesaria», afirmó. Estas declaraciones se enmarcan en las investigaciones de la Audiencia Nacional sobre el caso Koldo y la red de los hidrocarburos, donde De Aldama figura como principal imputado.
Otro de los episodios más comprometedores que describió Pano está relacionado con la compra de un chalé en La Alcaidesa (Cádiz), que, según ella, fue adquirido bajo instrucciones de De Aldama para el exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Este inmueble habría sido entregado como compensación por facilitar una licencia de operadora de hidrocarburos a la empresa Villafuel SL, administrada por María Luisa Rivas, hermana de Claudio Rivas, socio de De Aldama.
Según Pano, Villafuel SL habría obtenido la autorización gracias a pagos en efectivo y otros beneficios a miembros del gobierno. «Yo fui quien gestionó la compra del chalé para el señor Ábalos», afirmó la empresaria, quien también vinculó estas operaciones a 600.000 euros exigidos como soborno por Víctor de Aldama.
En paralelo, Iustitia Europea, una de las acusaciones populares en la causa de las mascarillas, ha solicitado formalmente que Carmen Pano declare como testigo para aportar claridad sobre los pagos en efectivo y la implicación de otras personas en el esquema. Además, esta petición incluye a Leonor González Pano, hija de la empresaria y socia en la mercantil Have Got Time, una distribuidora mayorista de hidrocarburos señalada por De Aldama como vehículo para canalizar fondos hacia operaciones ilícitas.
Los testimonios recabados por este medio apuntan a que Claudio Rivas habría utilizado a De Aldama para obtener influencias políticas y lograr la aprobación de la licencia de hidrocarburos para Villafuel SL. Tres empresarios vinculados a la trama corroboran que los pagos a Ferraz y la compra del chalé formaron parte de un plan más amplio para asegurar el visto bueno gubernamental.
En mayo de 2024, se hizo público un audio en el que Claudio Rivas amenaza con implicar a otros en la investigación: «Si me llevan por delante, no voy a caer solo». Este mensaje dejó claro que la red de corrupción podría implicar a más figuras políticas de alto nivel.
Carmen Pano, quien asegura haber actuado como víctima del “nexo corruptor”, ha declarado su intención de colaborar con la Justicia y esclarecer su papel en los hechos, para arrojar luz sobre una trama que compromete tanto a empresarios como a altos cargos políticos.