Las Islas Canarias han registrado en enero de 2025 la llegada de 72 embarcaciones con casi 5.000 inmigrantes ilegales, según un informe interno de la Guardia Civil al que ha tenido acceso LA GACETA. Este dato convierte este mes en el segundo enero con mayor afluencia de inmigrantes ilegales al archipiélago desde que se tienen registros consolidados, sólo superado por enero de 2024. El documento pone de manifiesto una preocupante falta de control en los países de origen, especialmente en las costas marroquíes y las zonas del Sáhara Occidental bajo ocupación del régimen alauí, de donde provienen la inmensa mayoría de las embarcaciones.
El análisis detalla que 69 de las 72 embarcaciones, es decir, un 95,8%, partieron desde costas marroquíes o áreas del Sáhara Occidental controladas por autoridades marroquíes. La Guardia Civil subraya que «la contención en los países de salida no fue lo determinante que se pudiera esperar para que disminuyera la presión sobre las islas». En este sentido, el informe apunta a la zona de Cabo Blanco (La Agüera), en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, como el «principal punto de salida». En este lugar, la ausencia de las autoridades marroquíes es notoria, lo que facilita la actividad de las mafias que organizan estos viajes.
Aunque muchos inmigrantes aseguran haber partido desde Mauritania, el informe desmiente esta versión y confirma que la mayoría lo hace desde territorios bajo control marroquí. En lo que va de año, las autoridades en origen apenas han interceptado a 500 inmigrantes en Mauritania o Senegal, mientras que en las costas marroquíes el número de interceptaciones ha sido cero. Este dato contrasta drásticamente con los 1.992 inmigrantes interceptados en 2024, lo que supone una caída del 74,1% en la implicación de las autoridades en origen. Esta falta de control ha permitido que numerosas balsas neumáticas lleguen sin impedimentos a las costas canarias.
En cuanto al perfil de los inmigrantes, el informe revela que el 88% de los casi 5.000 llegados son varones adultos, mientras que un 5% son menores —en su mayoría también varones— y solo un 7% son mujeres. Estos datos reflejan una tendencia clara en la composición de las llegadas, marcada por la predominancia masculina. La Guardia Civil advierte además de que mientras persista el actual efecto llamada, la inmigración ilegal hacia las islas no disminuirá. Las mafias, según el documento, seguirán explotando la vía marítima hacia Canarias como una ruta prioritaria, incentivadas por «los factores de atracción y empuje» que persisten en la región.
A esta situación se suma un riesgo adicional: las malas condiciones meteorológicas actuales. El informe alerta de que el aumento de la actividad migratoria en un contexto de temporal podría traducirse en más naufragios y, en consecuencia, un incremento de las muertes en la conocida como ruta Atlántica.
La Guardia Civil concluye que la solución a esta crisis pasa por una mayor cooperación internacional y un control efectivo en los puntos de salida, especialmente en las zonas bajo influencia marroquí. Sin embargo, la falta de voluntad o capacidad de Marruecos para frenar estas salidas plantea serias dudas sobre la viabilidad de reducir la presión migratoria en el corto plazo. Mientras tanto, las Islas Canarias siguen siendo el epicentro de una crisis que, lejos de remitir, amenaza con agravarse en los próximos meses.