La frontera de Melilla ha vuelto a vivir una noche de tensión tras el intento de cientos de marroquíes de saltar la valla de forma ilegal. Una importante mayoría de menores de edad se congregaron cerca del puesto fronterizo de Beni-Enzar con la intención de cruzar a territorio español. Las autoridades marroquíes, en respuesta, reforzaron las medidas de seguridad en la zona, implementando cierres temporales del paso fronterizo para contener el intento de entrada.
Este suceso ocurre en un contexto de creciente presión migratoria en ambas ciudades autónomas. En Ceuta, a unos 400 kilómetros de Melilla, han sido frecuentes los intentos de entrada desde las costas marroquíes, donde decenas de menores han llegado nadando a la ciudad en las últimas semanas. Sólo el 25 de agosto, la Delegación del Gobierno de Ceuta registró hasta 1.500 intentos de cruce ilegal desde Marruecos, lo que refleja la magnitud de la situación.
En Melilla, la madrugada fue especialmente agitada, con un grupo de entre 400 y 500 personas intentando acceder a la ciudad. Vídeos difundidos en redes sociales muestran a numerosos jóvenes corriendo por el lado marroquí de la frontera mientras las sirenas sonaban de fondo. Según algunas fuentes adelantaron a OkDiario, la situación comenzó a estabilizarse alrededor de las 3:00 horas, sin que se confirmara la entrada de menores a territorio español.
La Delegación del Gobierno de Melilla emitió un breve comunicado pasada la medianoche, en el que informaba que, debido a la presencia de un numeroso grupo de personas cerca de Beni-Enzar, las fuerzas de seguridad marroquíes optaron por abrir y cerrar intermitentemente las puertas del paso fronterizo. Esto provocó enfrentamientos entre los jóvenes marroquíes y los guardias fronterizos, según reportes de medios locales.
Este intento masivo de cruce sucede apenas 48 horas después de que un grupo de aproximadamente 50 inmigrantes tratara de llegar a Melilla nadando desde la costa marroquí. Sin embargo, un fuerte dispositivo de seguridad en ambos lados de la frontera logró frustrar el intento. Este asalto ocurrió en el Dique Sur, una zona de la frontera que separa Melilla del puerto de Nador a través de un dique de casi medio kilómetro de largo, protegido por una valla.
Mientras tanto, la situación en Ceuta sigue siendo crítica, con continuos intentos de entrada a nado a pesar del gran despliegue de seguridad en la frontera. Los flujos migratorios, aunque en menor escala, han mantenido la presión sobre las autoridades de la ciudad autónoma tras la avalancha migratoria del 25 de agosto.