La red de intereses que une al PSOE con oscuros negocios y pactos de poder sigue desvelando nuevas piezas. Este lunes, ante el Tribunal Supremo, Santos Cerdán —ex número tres del PSOE y uno de los principales estrategas del sanchismo— confesó que su propio socio empresarial, Joseba Antxón Alonso, fue clave para tejer los contactos con el PNV que culminaron en la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018.
Cerdán no tuvo reparos en reconocer que utilizó su «amistad» con Alonso, hoy investigado por su implicación en el caso Koldo y co-propietario con el propio Cerdán de la empresa constructora Servinabar, como puente directo con el Partido Nacionalista Vasco. Gracias a esos contactos, Sánchez, con ayuda de Cerdán, logró alcanzar La Moncloa a pesar de que el PNV acababa de respaldar los Presupuestos del Gobierno del PP.
El reconocimiento del exsecretario de Organización del PSOE no es menor: admitió ante el juez que una semana después de esos movimientos entró al despacho del entonces líder del PSOE para anunciarle que sería presidente. Un dato que, a la luz de las revelaciones de la UCO sobre la participación de ambos en Servinabar —empresa bajo sospecha de lucrarse con contratos públicos—, añade una capa de opacidad a uno de los momentos más críticos de la política reciente española.
Antxón Alonso no es un personaje menor en esta historia. Administrador único de Servinabar 2000 S.L., una constructora creada en 2015 y beneficiaria de adjudicaciones públicas en Navarra, su nombre ha ganado protagonismo tras aparecer en el sumario del caso Koldo. La Guardia Civil halló una escritura privada en la que cedía a Cerdán el 45% de la sociedad, lo que confirmaría la relación de intereses entre el dirigente socialista y su intermediario con los nacionalistas vascos.
Aunque ambos niegan que la transacción empresarial se legalizara, la estrecha colaboración queda fuera de duda. Con sus propias palabras, Cerdán no solo admitió esta relación, sino que la elevó a categoría de estrategia política. Alonso, por tanto, no es solo un empresario bajo investigación judicial, sino la bisagra entre los negocios y los pactos de poder con el PNV que auparon a Pedro Sánchez a La Moncloa.