Los registros civiles están recibiendo una auténtica avalancha de solicitudes de cambio de sexo de hombres tras la aprobación por parte del Gobierno de España de la ley trans.
En algunos lugares como Madrid o Córdoba los registros están colapso y ya no ofrecen más citas. Además, los funcionarios denuncian no han recibido indicaciones sobre tienen que proceder y la página web del Ministerio de Justicia sigue sin ser actualizada, por lo que recoge que debe adjuntarse un «informe de médico o psicólogo clínico que haga referencia, uno, a la existencia de disonancia entre sexo inscrito y la identidad de género sentida o sexo psicosocial y a la estabilidad y persistencia de la disonancia y, dos, a la ausencia de trastornos de personalidad que pudieran influir de manera determinante en la existencia de la disonancia (sic)».
El registro civil realizan rectificaciones registrales de nombre y sexo desde 2007 –año en el que entró en vigor la primera ley sobre esta materia– y la nueva norma trae como novedad en el procedimiento una «simplificación del proceso al no tener que presentar documentación acreditativa de ningún tipo».
Los hombres se están presentando en los registros, por tanto, sin la necesidad de aportar informes médicos o psicológicos, ni de someterse a tratamientos farmacológicos u operaciones, ya que solamente es suficiente «la libre declaración de la persona sentida» para el cambio de sexo.
El registro civil de Valladolid ha recibido la visita de un total de 31 personas para interesarse por los trámites necesarios para poder autodeterminar su sexo. Todos son varones que desean que se recoja su condición de mujer y que la franja de edad es muy amplia y variada, algunos de ellos incluso son sexagenarios. En Asturias son cinco las personas –cuatro en Oviedo y una en Avilés– que han formalizado el trámite que posibilita el cambio de la inscripción.
