«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Dile a tus pastores que defiendan la cruz»

Convocan una protesta este jueves ante la Conferencia Episcopal por el pacto de los obispos con el Gobierno para profanar el Valle de los Caídos

Valle de los Caídos. Red social X

El pacto de los obispos con el Gobierno de Pedro Sánchez para profanar el Valle de los Caídos, conjunto monumental que alberga la Cruz más grande de la Cristiandad y en el que los monjes benedictinos rezan por las almas de los caídos en ambos bandos durante la Guerra Civil, ha indignado a millones de católicos, que ven en esta decisión una nueva «traición» a quienes dieron su vida por la fe en Dios y para que hoy ellos puedan ser obispos.

La Archidiócesis de Madrid confirmó las «intervenciones» en el templo del Valle de los Caídos, aunque se estudiarán garantizando un acceso independiente y que dentro de un «proceso de diálogo abierto» con el Gobierno de Pedro Sánchez se acordó que el padre Cantera y dos religiosos más salgan del Valle de los Caídos. El espacio de la basílica se verá reducido de forma muy significativa.

Por ello, la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos ha convocado este jueves una concentración ante la sede de la Conferencia Episcopal, en la calle Añastro 1, en Madrid, a las 19.00h, bajo el lema «Dile a tus pastores que defiendan la cruz».

La entidad ya censuró el pacto con el Ejecutivo: «El Gobierno tiene más fe en sus ideas que ustedes en las suyas. ¿Aún no saben que esto no es un asunto político, sino una cuestión de odio? ¿Siguen dispuestos a negociar bajo estas circunstancias? Los predecesores de este Gobierno asesinaron en España a trece obispos, siete mil religiosos e innumerables laicos a causa de su fe no hace muchos años. Pretenden ahora reescribir toda la historia y dinamitar todo recuerdo de sus fechorías precisamente en la propia basílica del Valle de los Caídos».

«La iglesia tiene la obligación de velar por los restos de todos los enterrados y especialmente de los beatos y de los mártires que allí reposan (…). El Valle de los Caídos es una gloria para los católicos y la Iglesia. Nos pertenece a todos y la jerarquía eclesiástica no puede disponer de esta magnífica basílica a su antojo ni utilizarla como moneda de cambio. Este recinto sagrado no puede ser compartido con fines diabólicos», concluyó.

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