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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los cuatro consejos para promover el juego en la familia

Un padre acompañado por toda su familia

El juego constituye un elemento básico en la vida de un niño por lo que el fomento del mismo dentro de la familia es fundamental.


Una de las unidades básicas de la convivencia humana, y tal vez una de las más centrales es la familia. La mayoría de los antropólogos coinciden en que el ser humano casi siempre ha tendido a agruparse bajo formas familiares muy similares procurando un sentido de pertenencia, seguridad, estabilidad y trascendencia.
Por otro lado, el juego constituye un elemento básico en la vida de un niño, que además de divertido resulta necesario para su desarrollo, por lo que el fomento del mismo dentro de la familia será fundamental. La compañía social One World Play Project apuesta por el juego como motor del cambio social para niños, y cree en la importancia de desarrollarlo dentro del núcleo familiar. Por ello, con motivo del Día Internacional de la Familia, ha recopilado cuatro consejos para promover el juego dentro de cualquier familia. Padres y madres de todo el mundo, ¡atentos a los consejos y feliz Día Internacional de la Familia!
1. Aprovecha cada segundo. Sabemos que el ritmo de vida que llevamos es muy agitado, que muchas veces estamos deseando salir del trabajo para llegar a casa y descansar, ver nuestra película o serie favorita y desconectar. Es importante sacar un rato para dedicarle al juego en familia con los más pequeños de la casa. Cualquier momento es bueno, y debes de aprovecharlo al máximo: mientras preparas la cena, haces la compra o ejercicio. Saca tu lado más infantil y busca el juego en cada momento cotidiano. No sólo lo agradecerán ellos, sino que además será beneficioso para fortalecer el vínculo de la familia.
2. Aprende a ser paciente. Ante todo, ten en cuenta que estás tratando con niños. Lo ideal es anticiparse a las situaciones problemáticas y relativizar las cosas. Si jugar con la pelota dentro de casa va a crear una situación conflictiva, lo mejor es sacar un rato para ir al patio/la calle o el parque más cercano.
3. Menos es más. No es necesario tener un plan completo de día lleno de actividades programadas. Muchas veces, cuando algo no sale como estaba previsto o si no tenemos el tiempo suficiente, tendemos a dejarlo para otro día. La clave está en no caer en esto, evitar las excusas y ser conscientes de que la simplicidad de jugar durante un rato con una pelota en familia aporta multitud de beneficios, tanto sociales como para el desarrollo de los niños.
4. Identifica los beneficios. Como todo proceso que conlleva objetivos concretos, es interesante hacer balance e identificar el “antes y después”. Si estás intentando integrar cada vez más el juego dentro de tu familia será muy interesante que evalúes los beneficios reales que empiezas a notar. Algunos de ellos pueden ser: mejora el sueño de los más pequeños, estrecha las relaciones entre hermanos, permite evadirse de situaciones conflictivas, ayuda a entender y valorar la importancia de la familia.

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