El Partido Popular continúa buscando atraer al PNV con concesiones: votó en abril a favor de entregar al País Vasco la gestión de 14 impuestos —incluido el IVA—, una modificación del Concierto Económico vasco que sólo contó con la oposición frontal de VOX, y apoyó entregarles el palacete de París, incluida en el decreto de la ley ómnibus que convalidó el Congreso en febrero.
Desde el partido de Alberto Núñez Feijoo, que ofrecieron al PNV en 2023 entrar en su hipotético Gobierno con la cartera de Industria a cambio de su apoyo en la investidura, creen «necesario» ese acercamiento.
La modificación del concierto fue la «más amplia y estructural» de todas las realizadas hasta la fecha. Ninguna otra reforma combinó modificaciones normativas, estructurales, competenciales y de gestión con un alcance tan amplio y coordinado. Cabe señalar que durante la tramitación parlamentaria VOX presentó la única enmienda a la totalidad en el Congreso y un veto en el Senado. En ambos casos el Partido Popular votó en contra.
Los populares se posicionaron a favor de un nuevo paso en la cesión de soberanía fiscal y la desconexión de las haciendas forales; y de aumentar la capacidad recaudatoria de las instituciones vascas y debilitar la del resto de España.
Desde VOX denuncian que el PP sigue en busca de «agradar al PNV» aunque eso suponga «erosionar la unidad y la igualdad de los españoles».
«El Partido Popular vuelve a elegir a sus socios naturales: los mismos separatistas que han trabajado durante décadas para debilitar la unidad de España. El Partido Popular ha dejado claro que antes que pactar con VOX prefiere agradar al separatismo con concesiones y, cuando llegue el momento, recabar su apoyo parlamentario. Es una estafa. No representa ninguna alternativa al Partido Socialista, simplemente espera una alternancia en el poder y continuar con las mismas políticas, pactando si es necesario con los separatistas con tal de mantenerse en el poder», concluye VOX.