De Arantxa Sánchez Vicario a Leo Messi, pasando por Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal, Iker Casillas, Fernando Alonso… No pocos deportistas han tenido (y tienen) problemas con la Agencia Tributaria, acusados de eludir sus obligaciones con el fisco. Igualmente es muy larga la lista de deportistas españoles de élite que han intentado tributar menos buscando las ventajas de supuestos paraísos fiscales.
Tributar fuera de España es algo muy generalizado entre los beneficiarios de las rentas más altas, y los deportistas no son ajenos a ello. Son muchos, y de disciplinas muy variadas, los campeones españoles que, en algún momento de sus carreras, han fijado la residencia fiscal fuera de nuestro país, lo que les ha supuesto auténticos quebraderos de cabeza con Hacienda.
Uno de los casos más mediáticos fue el del piloto de MotoGP Marc Márquez, que, tras anunciar que estaba pensando fijar su residencia en Andorra —en el Principado la presión fiscal es mucho menor que en Cataluña—, levantó un auténtico revuelo mediático y, sobre todo, hizo saltar las alarmas en la Agencia Tributaria. Y es que Andorra acepta un cupo anual de nuevos residentes a personas de «alto interés cultural, científico o deportivo» —ya se han instalado allí youtubers como El Rubius, Auronplay o TheGrefg, por citar algunos nombres— aunque no tengan contrato de trabajo en ese país ni hayan vivido nunca allí. El problema radica en la exigencia de vivir la mitad del año en el Principado (183 días), lo que resulta imposible para un deportista que ha de viajar tanto. Márquez, en su caso, tiene fijada su residencia fiscal en España y sólo entrena de vez en cuando en Andorra, tan sólo a 120 kilómetros de su Cervera natal.
Hacienda viene ganando la batalla fiscal a los famosos por unas irregularidades que están sujetas a diferentes grados de castigo. Así, sólo se considera delito fiscal cuando la cuantía reclamada supera los 120.000 euros y se aprecia dolo, por intención de ocultación, como en los entramados enclavados en delitos fiscales. Estas causas pasan a la justicia penal. Según detalla el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), los casos de infracción leve suponen la devolución de la cantidad defraudada más una multa del 50%; del 50 al 100 por cien si hay ocultación y del 100 al 150% en casos muy graves.
Tres pilotos de motociclismo
Pero no siempre la Agencia Tributaria sale airosa de sus batallas con los deportistas, y los pilotos de motociclismo son buen ejemplo de ello. Así, llaman poderosamente la atención los casos de tres pilotos como son Sete Gibernau, Sito Pons y Jorge Lorenzo. El primero llegó a enfrentarse a una petición de dos años y medio de cárcel por un presunto delito fiscal con las declaraciones del IRPF y patrimonio de 2006, que fue su último año como profesional antes de retirarse de los circuitos. La Fiscalía y la Agencia Tributaria le acusaron de fingir su residencia fiscal en Suiza para defraudar una cantidad cercana a los 800.000 euros. La Fiscalía terminó por retractarse y retiró su acusación, pero no así la Abogacía, en representación de Hacienda, que siguió adelante… aunque acabaría perdiendo su batalla legal tras la sentencia definitiva de la Audiencia Provincial de Barcelona en mayo de 2019.
Otro caso sonado fue el de Sito Pons, para quien la Fiscalía llegó a pedir 24 años de cárcel y el pago de más de 15 millones de euros en multas e indemnizaciones por la presunta comisión de seis delitos contra la Hacienda Pública entre 2010 y 2014, aunque finalmente fue absuelto por la Justicia después de una durísima batalla legal que ha durado dos décadas. «Me siento presa de la Agencia Tributaria y perseguido durante los últimos 20 años de mi vida, por aquello de no dejarme vivir. Yo creo que al haber perdido la Agencia Tributaria el juicio del año 2011, porque perdieron absolutamente todo, dijeron con ánimo de vendetta: ‘Al señor Pons tenemos que llevarlo otra vez delante del banquillo'».
La última víctima del «escarnio» por parte de Hacienda, en cuanto a pilotos de motociclismo se refiere, ha sido Jorge Lorenzo, a quien la Agencia Tributaria reclamaba más de 11 millones de euros por el IRPF de cuatro ejercicios (de 2013 a 2016). El balear estuvo librando un contencioso de cinco años y medio del que recientemente ha logrado salir airoso de una «caza de brujas», como él mismo la define, a la que se he visto sometido, viviendo «situaciones humillantes» como la de ser perseguido en el mismo paddock pocos minutos antes de una carrera de MotoGP o figurar en la lista de morosos. «Nunca hubo ningún tipo de reparación del daño causado. Ninguna indemnización por los perjuicios. Ni una disculpa, pública o privada, carta o llamada. Nada de nada», lamentó recientemente Lorenzo en un comunicado que deja a las claras los métodos gansteriles de Hacienda, como si del Cobrador del Frac se tratara.
Piqué y Xabi Alonso
Además de estos tres pilotos de motociclismo, también hay dos futbolistas como Gerard Piqué y Xabi Alonso que han conseguido salir victoriosos ante la Agencia Tributaria. El exjugador del FC Barcelona vio cómo se le anulaba una multa de 2,1 millones que le había impuesto la Agencia Tributaria acusándole de simular la cesión de sus derechos de imagen para pagar menos impuestos, mientras que el exfutbolista del Real Madrid, para quien la Fiscalía pidió una pena de cinco años de prisión, fue absuelto de defraudar dos millones de euros a Hacienda durante los ejercicios fiscales de 2010, 2011 y 2012, coincidiendo con su etapa en el club blanco.
Casos, en definitiva, que muestran a las claras que el Estado es necesario, sí, pero debe estar limitado y al servicio de los ciudadanos, especialmente en un tema tan delicado como es el de los impuestos. En muchos casos el Estado peca de autoritarismo, adornando su discurso con el argumento falaz de democracia y de favorecer a las rentas más bajas. En este caso, los Gibernau, Lorenzo, Xabi Alonso y Pons han demostrado que Hacienda, aunque tenga la de ganar en la mayoría de los casos, tampoco es intocable.