Hasta la promesa de aceptar un nuevo Estatuto de autonomía de Zapatero el separatismo se mantuvo en niveles bajos. Durante los años posteriores creció lentamente, y fue cuando Artur Mas desafió abiertamente al Estado cuando el porcentaje de catalanes partidarios de la secesión se disparó.
“¡Aceptaré el Estatut que apruebe el parlamento de Cataluña!” fue la frase que puso en marcha el proceso que el próximo uno de octubre amenaza con llevarse por delante cinco siglos de historia común. La pronunció el candidato a la presidencia del Gobierno José Luis Rodríguez Zapataro la noche del 14 de noviembre de 2003.
Exactamente un mes después, el PSC de Maragall, junto con ERC e ICV, tomaría las riendas de la Generalitat y se pondría manos a la obra. En abril del año siguiente, y tras la masacre de Atocha, José Luis Rodríguez Zapatero se convertiría en presidente del Gobierno. Por aquellos días el sentimiento independentista se mantenía en torno al 10%. Más o menos el mismo porcentaje que venía dándose desde el establecimiento de la democracia.
Tras casi dos años de negociaciones, en 2006 se aprueba el Estatut en el Congreso de los Diputados primero, por mayoría simple, y por un referéndum después. El resultado fue, con una participación del 48,85%, de 73,90% votos a favor, 20,76% en contra y 5,34% votos en blanco. Lentamente, el independentismo empieza a crecer. Un mes después de ser refrendado en la calle, el Partido Popular, el defensor del pueblo y cinco comunidades autónomas presentaron un recurso ante el Tribunal Constitucional.
[infogram id=»7bb4873a-89d4-4334-b441-b9907c00f880″ prefix=»Yf6″ format=»interactive» title=»Sentimiento independentista»]
(Fuente: ‘Centro de Estudios de Opinión’, Generalitat de Catalunya)
Los años del primer tripartito catalán fueron de una gran tensión política, que llego a su punto culminante con la reunión del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, con la cúpula de ETA en Francia. La banda terrorista declaró una tregua exclusiva para Cataluña. En mayo de 2009 la pulsión separatista había alcanzado por primera vez el 20%. Uno de cada cinco catalanes habían dejado de sentirse vinculados con el resto de España.
Artur Mas lanza el órdago y el independentismo se dispara
El 28 de junio de 2010 se daba a conocer el fallo del Tribunal Constitucional que derribaba una parte del Estatuto aprobado cuatro años antes. El independentismo, nutrido por la frustración, siguió creciendo. En 2011 el porcentaje de catalanes independentistas ya uno de cada cuatro. Pero es a partir de 2011, cuando la ya extinta CIU adquiere por primera vez un discurso soberanista, que el separatismo se dispara.
Del 25% se pasa al 28%, al 30% y al 35% en una escalada que llega a su punto álgido en septiembre de 2012, cuando Artur Mas, después de una Diada multitudinaria exige el pacto fiscal y el presidente Mariano Rajoy lo rechaza por ser «contrario a la Constitución». En ese momento el separatismo alcanza ya al 44% de los catalanes, una cifra nunca antes vista. Fue el inicio del actual procés y que llevaría a los registros demoscópicos a registrar un techo de 48% de independentistas en 2013.
La dilatación del procés ha reajustado las cifras de apoyo a la secesión hasta el 37% actual, once puntos menos que en el punto álgido pero una cifra muy por encima de cualquiera de las registradas antes de que Zapatero pronunciara aquella frase en 2003.
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
Leer más…
La Fiscalía comienza a interrogar a los alcaldes pro-referéndum
La Guardia Civil se planta ante el acoso separatista: ‘Defenderemos nuestros derechos’
