El presidente de DENAES, Iván Vélez, denunció que parte del gobierno alemán haya respaldado a Puigdemont «queriendo tutelar» la vida política española.
Sede del Parlamento Europeo en Madrid. Ocho de la tarde. Decenas -más de un centenar- de personas delante del edificio. Banderas de España y carteles: ‘Sin ley no hay democracia’; ‘Puigdemont a prisión’; ‘España soberana, no tutelada’… Es la concentración convocada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) para defender la dignidad y la soberanía de España y exigir a Alemania la extradición de Puigdemont.
Entre los asistentes, numerosos miembros de VOX, el partido presidido por Santiago Abascal, y caras conocidas como el periodista Hermann Tertsch, que se han sumado a un acto sencillo, breve, limitado a reclamar la soberanía jurídica de España ante el comportamiento de Alemania, donde el acusado de rebelión Carles Puigdemont pasea a sus anchas.
«Recientemente hemos podido ver cómo las facciones golpistas, acusadas de gravísimos delitos, han podido moverse por algunas áreas de la Unión Europea con completa libertad, encontrando la comprensión, cuando no el apoyo, de algunos de nuestros socios, indiferentes ante la posibilidad de que una nación europea se balcanice. Una comprensión que alcanzó su momento cumbre cuando el tribunal del Estado federado de Schleswig-Holstein, dejó en libertad a Puigdemont, encontrando el respaldo de gran parte del gobierno alemán que parece querer tutelar nuestra vida política», reza el manifiesto que se leyó durante el acto. El presidente de DENAES, Iván Vélez, recordaba que la fundación continuará ejerciendo su deber de defender la soberanía de España, y añadía: «Llamamos a recuperar el pulso ciudadano y a ejercer el poder ascendente que este tiene, exigiendo a nuestros gobernantes que no cedan ni un milímetro ante el proceso de destrucción al que asistimos y ante el que no permaneceremos impasibles».
El manifiesto, que se leyó también en alemán, terminó con un sonoro ‘viva España’ y el himno nacional.
Ayer eran unos centenares los madrileños que ante la sede de la UE exigieron a Europa respeto a la justicia española y a Alemania la extradición de Puigdemont. Si hubieran sido 400.000 es que la sociedad española estaría despierta. Y Puigdemont ya estaría quizás preso en Madrid. pic.twitter.com/6gx3CzXTyh
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 4 de mayo de 2018