Un asesinato a sangre fría sacude Carballo (La Coruña). José Luis Alvarado, conocido como Chelo el Regidor, fue abatido a tiros en un bar de la localidad. El suceso tuvo lugar ayer en la céntrica calle Río Anllóns, alrededor de las ocho y media de la tarde, cuando dos hombres encapuchados entraron en el bar Castro y dispararon al menos cuatro veces contra la víctima, acabando con su vida al instante.
Uno de los disparos impactó directamente en la cabeza del ciudadano de origen dominicano, de entre 30 y 35 años, quien se encontraba en la barra del local. Según los testigos, los agresores no pronunciaron palabra antes de abrir fuego con dos armas cortas, dejando claro que el ataque estaba premeditado. Algunos presentes reportaron haber escuchado entre dos y tres detonaciones, aunque los investigadores hallaron cuatro casquillos en la escena del crimen.
Una vez cometido el homicidio, los atacantes huyeron rápidamente del lugar, presuntamente a bordo de patinetes eléctricos. Testigos oculares afirmaron haber visto a dos hombres con rostros cubiertos merodeando por la zona minutos antes del ataque. «Un era delgado y el otro más robusto, pero fue visto y no visto», relató una vecina. Aunque iban encapuchados, nadie sospechó nada debido al frío, según comentó otra testigo.
La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, baraja como principal hipótesis un ajuste de cuentas. Fuentes oficiales sugieren que, por la precisión y rapidez con la que actuaron, los agresores podrían ser sicarios contratados. «Sabían exactamente a quién buscaban», señalan los investigadores, quienes descartan el robo como motivo del crimen, ya que los atacantes no sustrajeron nada de la víctima ni del local.
El crimen provocó una gran conmoción en la localidad de Carballo, especialmente entre los habituales del bar Castro, un establecimiento de ambiente latinoamericano que José Luis Alvarado frecuentaba con regularidad. Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil acordonaron la zona inmediatamente después de los hechos, bloqueando el acceso tanto a peatones como a vehículos.
La escena dentro del bar era impactante: el cuerpo de la víctima yacía en un charco de sangre, mientras los investigadores recopilaban pruebas y declaraciones de testigos. Las autoridades esperan esclarecer pronto los detalles de este crimen, que ha dejado al vecindario de Bergantiños en estado de shock.