La pareja que esta semana fue expulsada de la vivienda que había okupado en la Avenida da Cruz, en Pontevedra, asegura estar considerando presentar una denuncia contra el alcalde de Poio, Ángel Moldes. «Esto tiene que hacerse bien, si no, nada», ha expresado Encarnación, una de las okupas que critica las formas con las que fueron desokupados.
Según Encarnación, la salida de la vivienda no fue voluntaria, y sostiene que cuenta con grabaciones de vídeo que respaldarían su denuncia. «Entraron, rompieron la puerta y se metieron todos dentro. Sólo faltó que me sacaran a rastras», relató, insistiendo en que tuvo que salir «a la fuerza».
De presentarse la denuncia, podría incluir acusaciones por allanamiento de morada y coacciones, según fuentes consultadas. Sin embargo, no consta que el propietario del inmueble, la Sareb, hubiera denunciado previamente la usurpación por parte de la pareja.
El incidente se remonta al viernes 10 de enero, cuando la pareja accedió a la vivienda, una propiedad en venta valorada en cerca de 250.000 euros. Durante el sábado, agentes municipales identificaron a ambos okupas, quienes en ese momento manifestaron su intención de permanecer en el domicilio.
La situación se tensó aún más cuando los vecinos de la zona, molestos por la ocupación, convocaron una concentración frente a la casa. La protesta, que tuvo lugar el martes por la tarde, reunió a unas 50 personas en las inmediaciones de la vivienda, ubicada junto a la PO-308. Bajo la presión vecinal, la pareja decidió abandonar la propiedad y se marchó en un taxi con dirección a Pontevedra.
Por otro lado, los okupas confirmaron haber resuelto una situación previa que les había llevado a problemas legales con su vehículo, el cual había sido inmovilizado anteriormente por carecer de seguro, según informaron.
El caso ha generado polémica en la localidad, mientras se espera saber si finalmente la pareja formalizará la denuncia contra el alcalde y si las grabaciones mencionadas aportarán pruebas determinantes.