Durante la madrugada de este sábado al domingo, un taxista de Marbella sufrió un asalto violento cuando dos individuos intentaron apuñalarlo con un cúter, resultando en un corte en su mano izquierda. Los presuntos agresores, de 41 y 34 años, ambos marroquíes y supuestamente viviendo como okupas, fueron detenidos por la Policía Local tras escapar sin pagar y robar el teléfono móvil del conductor.
El propio taxista acudió a la policía para denunciar el ataque. Relató que dos pasajeros con rasgos árabes lo habían herido con un cúter antes de huir sin abonar la carrera. Afortunadamente, el vehículo disponía de una cámara de seguridad que capturó la imagen de los atacantes, lo que facilitó la búsqueda por parte de las autoridades.
Durante el trayecto, el conductor escuchó a los agresores hablar de dirigirse a las viviendas del antiguo camping de Marbella, cerca de la playa canina. Basándose en esta información, la policía inspeccionó el área y logró localizar a uno de los pasajeros en las instalaciones. Este individuo, que viajaba en el asiento trasero del taxi durante el ataque, fue arrestado por un presunto delito de robo con violencia y estafa leve.
Poco después, las unidades de apoyo identificaron y detuvieron al segundo agresor, quien viajaba en el asiento del copiloto y, presuntamente, fue el responsable de herir al taxista con el cúter y robarle el móvil. Este es el segundo asalto a un taxista en la Costa del Sol en los últimos tres meses.
En un incidente anterior, el 23 de marzo en Estepona, otro taxista llamado Antonio fue asaltado a las 4:30 de la mañana. Dos individuos subieron a su taxi en el puerto deportivo y le pidieron que los llevara al Campo Municipal de Fútbol San Fernando. Una vez allí, lo obligaron a detenerse en un parque. Uno de los atacantes lo sujetó por el cuello con un puño americano, mientras el otro lo amenazaba con una navaja, exigiéndole todo el dinero que llevaba. Antonio entregó su cartera con 800 euros en efectivo antes de que los asaltantes huyeran. La rápida respuesta de la Policía Nacional permitió la detención de los sospechosos a poca distancia del lugar del crimen.
Estas agresiones subrayan la peligrosa situación a la que se enfrentan los taxistas en la región, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para garantizar su seguridad y la de sus pasajeros.