«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Mientras miembros del Consistorio se han negado a condenar a ETA

El alcalde de Pamplona (Bildu) retira del callejero a un arquitecto por «franquista» pese a que sus obras son anteriores a Franco

Casa de Misericordia de Pamplona, construida en 1932. Redes sociales

El doctor en Historia del Arte y alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (Bildu), ha tomado la polémica decisión de eliminar del callejero municipal al arquitecto Víctor Eusa, autor de algunas de las construcciones más representativas de la capital navarra. Esta medida, enmarcada dentro de la aplicación de políticas de Memoria Democrática, ha desatado un intenso debate entre defensores del patrimonio y responsables políticos del pasado reciente.

Eusa, figura clave en el desarrollo urbanístico de la ciudad durante el siglo XX, dejó su impronta en edificios tan emblemáticos como el Seminario, la Casa de Misericordia o la iglesia de los Paules. Su estilo personal, marcado por una fusión de racionalismo y elementos neomudéjares, sigue siendo visible en muchas zonas del Ensanche, uno de los desarrollos urbanos más significativos en la historia de Pamplona.

El exalcalde y arquitecto Enrique Maya ha salido al paso de esta iniciativa, subrayando el valor incalculable del legado de Eusa. «Tuvimos la suerte de que coincidiera su trayectoria profesional con la expansión urbana del Ensanche. Esa coincidencia nos ha dejado una herencia estética extraordinaria, que ahora se quiere diluir por cuestiones ideológicas», señaló. Maya lamenta que se pretenda reinterpretar el pasado desde una óptica que, en su opinión, discrimina según afiliaciones políticas y no según aportaciones reales a la ciudad.

Según la argumentación del actual equipo de gobierno municipal, el motivo para suprimir el nombre de Eusa del callejero se basa en su vinculación con el carlismo, y en concreto con la Junta Central Carlista de Navarra, organización en la que participó tras el estallido de la Guerra Civil. Todo, pese a que sus grandes obras fueron realizadas años antes del estallido del conflicto.

Maya también ha recordado el intento del propio Asirón, durante su anterior mandato, de rebautizar la actual Plaza de la Libertad como Plaza de Serapio Esparza, otro arquitecto con obras relevantes en la ciudad. «Es curioso que ahora se quiera condenar a Eusa por haber tenido vínculos con el carlismo, cuando Esparza trabajó sin problemas durante el franquismo y tiene construcciones en esa misma plaza», ironiza Maya. «¿Dónde se trazan los límites? Si se escarba lo suficiente en cada biografía, probablemente nadie quede exento de controversia», concluye.

Otro nombre relacionado con esta decisión es el de Joxe Abaurrea, actual responsable del área de Urbanismo, que también ha sido señalado por sus posturas en el pasado. Algunos críticos recuerdan su negativa a condenar el asesinato de Tomás Caballero, concejal asesinado por ETA en 1998, lo que añade un componente aún más controvertido a este proceso de revisión histórica impulsado desde el consistorio.

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