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IU y Podemos lamentan que el acto se haya celebrado en un día laborable

El Ayuntamiento de Sevilla inaugura el monumento de la memoria histórica, pero ignora a los no represaliados

Familiares de los represaliados durante el acto de inauguración del osario memorial. Europa Press

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Oficina de la Memoria Histórica, ha culminado este lunes los trabajos de inhumación de los restos de las 1.786 personas que fueron represaliadas durante la Guerra Civil y el franquismo y que se encontraban en la fosa común de Pico Reja del cementerio de San Fernando. Sin embargo, nada se sabe de las bolsas tiradas por el suelo con los restos de los que no han podido identificar como represaliados y que se encontraban en la misma fosa común.

Para la ocasión se ha construido un osario-memorial justo sobre la superficie de la fosa donde se conservarán los restos, «de manera digna, adecuada y clasificada», y a la espera de los resultados del cotejo de ADN extraído de los restos y las muestras biológicas de familiares, quienes decidirán finalmente el destino de los mismos, ha subrayado el Consistorio hispalense en una nota de prensa.

El delegado del ramo, Juan Tomás de Aragón, ha presidido el acto de inauguración de un osario-memorial que se adapta a los límites de la fosa común, a la vez que ha asistido a las últimas inhumaciones de los restos de aquellas personas que, tras los análisis de los antropólogos de Aranzadi, la empresa adjudicataria de los trabajos de exhumación de Pico Reja, han determinado «científicamente» que mostraban «evidentes signos» de haber sido represaliadas en tiempos de la Guerra Civil y el franquismo.

«A lo largo de los tres últimos años, el Ayuntamiento y los especialistas de Aranzadi han realizado una labor rigurosa para proceder a la exhumación, rastrear las evidencias de represión, clasificar los restos, extraer su ADN y custodiarlos hasta el momento en que exista coincidencia con las pruebas biológicas de los familiares. Cumplimos así los compromisos con la Memoria Democrática, las entidades memorialistas y los familiares y, sobre todo, hacemos justicia con quienes fueron arrojados a una fosa común», ha dicho De Aragón.

Cabe recordar que el importe total de esta operación ha sido de 1,21 millones de euros. De ellos el Ayuntamiento de Sevilla ha pagado 680.000 euros, mientras que la Junta de Andalucía y la Diputación 265.000 euros cada una. El osario-memorial se distribuye en tres líneas de columbarios construidos en bloques de hormigón armado conformando una plaza triangular, al igual que los límites de la fosa común de Pico Reja, con un acceso a pasillos situados en cada uno de los ángulos. La plaza estará aislada, de forma que se genera un espacio de recogimiento para todas aquellas personas que se acerquen a esta zona del cementerio de San Fernando.

Conforme vayan surgiendo correspondencias positivas entre el ADN de los restos óseos del represaliado y la muestra biológica tomada al familiar, la administración competente trasladará el resultado de forma «totalmente privada» a la familia, abriéndose entonces otro procedimiento para la entrega del cuerpo en caso de identificación. Los resultados «no deben ser tomados como definitivos» en caso de no darse coincidencias, puesto que el proceso de exhumación está en su tercer año y, por tanto, deberán seguir también los envíos de muestras al laboratorio de la Universidad de Granada (Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada). Se han enviado ya las muestras óseas para el cotejo de ADN, de ahí que desde los últimos días se haya procedido a los trabajos de inhumación en el osario-memorial y que hoy han terminado.

«Quiero trasladar de nuevo aquí el compromiso del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, de continuar con los trabajos de exhumación del resto de las fosas comunes que hay en este camposanto», ha remarcado Juan Tomás de Aragón, en un acto donde han estado presentes distintos miembros del Consejo Municipal de Memoria Democrática, entidades memorialistas y familiares.

En los años 2016 y 2017, el Ayuntamiento señalizó tres grandes fosas basándose en los estudios de José Díaz Arriaza: Pico Reja, Monumento y Antigua. Una vez que culminados los trabajos de Pico Reja, el objetivo es iniciar el expediente para la exhumación de la fosa Monumento. Estos estudios se iniciarán a lo largo de este 2023.

La exhumación de la fosa común de Pico Reja presentó una extrema complejidad, por la presencia de restos de represaliados, restos inhumados en ataúdes y restos procedentes de osarios, superando con creces las estimaciones iniciales de cuerpos depositados en ella y dificultando, por tanto, los trabajos. Mientras, los restos de las otras 6.882 personas exhumadas que no revelaban signos de represión se encuentran en una zona reservada del cementerio para su progresiva incineración. El PP ha interpuesto una denuncia a la Fiscalía por el lamentable estado de los mismos.

La candidata de la confluencia que lideran Podemos e Izquierda Unida para las próximas elecciones municipales a la capital hispalense, Susana Hornillo, y su número dos, Ismael Sánchez, han criticado que el Ayuntamiento haya organizado este «acto de dignidad tan importante» en un día laborable y en horario de mañana, en lugar de haberlo programado durante el fin de semana, «sin consensuarlo con los familiares ni con las asociaciones del movimiento memorialista». El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, ha valorado como un «compromiso cumplido» de su etapa como anterior alcalde de Sevilla el acto de reconocimiento a las víctimas de la fosa de Pico Reja que se ha llevado a cabo este lunes en el cementerio de San Fernando de la capital andaluza. 

Por último, Cristina Peláez, cabeza de lista de VOX para Sevilla para el próximo 28 de mayo considera que «todos los restos deben tener la misma dignidad y no se pueden dejar arrinconados y en bolsas de basura los que no presentan indicios de represalia». «El alcalde socialista debe tomar pronto cartas en el asunto y dar una sepultura digna a todos. La imagen que da el Cementerio de San Fernando es más propia de un país tercermundista que de una ciudad europea», ha concluido.

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