Carmena, Colau o Rufián han abogado por acoger el barco con más de 629 refugiados a bordo.
El Aquarius finalmente atracará en Valencia. El barco, que lleva 629 inmigrantes a bordo, permanece a 27 millas de Malta a pesar de recibir alimentos, después de que las autoridades maltesas e italianas rechazasen el desembarco con los inmigrantes.
Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció un puerto seguro a la embarcación ante el aplauso de buena parte de la izquierda. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se unieron a la oferta y las terminales mediáticas de los diferentes partidos comenzaron a pelar por ver quién había sido el promotor de la idea.
En declaraciones en la Cope, Carmen Calvo que coordina el dispositivo del traslado del buque desde Moncloa, ha destacado que «era una emergencia humanitaria, una situación al límite y había que responder».
La vicepresidenta ha recordado que Italia tenía las mismas obligaciones internacionales que España. «A cada Estado, lo retratan sus hechos. Nosotros no queríamos mantenernos al margen», ha dicho.
Calvo no cree que esta decisión tenga «efecto llamada» para otros buques que estén en la misma situación. «Europa tiene que reflexionar sobre lo que está pasando; tenemos que trabajar en el origen, no sólo en términos de caridad y solidaridad sino de despegue de los países», ha opinado.
Mientras Colau ha criticado la «escasa calidad humanitaria» de la clase política española, la ciudad que dirige desde hace casi tres años acumula problemas, especialmente en materia social. Según Outono, en mayo de 2016, un año después de llegar Colau a la alcaldía, 941 personas dormían en las calles de Barcelona, 49 más que un año antes. Además, se contabilizaron 1.973 personas sin hogar pernoctando en albergues. En total, 2.914 personas sin hogar.
«Las ciudades queremos cumplir los derechos humanos. Barcelona y Madrid ya están acogiendo con recursos propios y queremos hacerlo bien, queremos organizarnos con las otras ciudades y con el Gobierno de España», sentenció la alcaldesa.
Gabriel Rufián, que ha aprovechado la ocasión para denunciar la «brutalidad policial» en Ceuta y Melilla, también ha tenido palabras de elogio para Sánchez. No obstante, el diputado de ERC fue uno de los apoyos del ahora presidente para llegar a La Moncloa.
Conviene recordar que fue el propio Rufián el que aseguró que «los catalanes no debían pagar el almuerzo a los niños de Jaén». Todo solidaridad el chico.
Conviene recordar que Gabriel Rufián se quejaba de que «Cataluña tuviera que pagar el comedor de los niños de Jaén»… Lo digo por si alguien se cree que este tipo sea solidario de verdad, y no un populista. pic.twitter.com/AYT1rq75JN
— José Luis Tivi (@eltivipata) 11 de junio de 2018
Gabriel Rufian pillado en un discurso supremacista, perdonándoles la vida a sus primos de Jaén. pic.twitter.com/e3r6pSYQs2
— Sheldon (@numer344) 31 de diciembre de 2017
La demagogia de Carmena
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha ofrecido al Gobierno que la capital acoja a 20 familias compuestas por hasta un máximo de 100 personas de inmigrantes que se encuentran a bordo del buque Aquarius.
La alcaldesa de Madrid ha ofrecido al Gobierno acoger en Madrid a cien de estos inmigrantes a bordo del Aquarius, según ha informado ella misma a través de la red social Twitter, en la que ha expresado su deseo de que «con la ayuda de todos esta situación se resuelva pronto».
En 2016, Carmena ya anunció que Madrid daría asilo a decenas de refugiados. Sin embargo, la realidad es que la alcaldesa no logró cumplir su promesa a pesar de haber destinado una millonaria partida a este propósito.
