Sólo Unión del Pueblo Navarro y el PP han alzado la voz contra esta propuesta. «Cuando la sociedad renuncia a defender la vida y asume que hay razones para eliminarla, no encontraremos razones para defenderla».
A falta de la votación final, el Congreso ha dado luz verde (a partir del posicionamiento de los grupos políticos), a la tramitación de la proposición de ley del PSOE para legalizar la eutanasia en España e incluir esta práctica en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.
La portavoz socialista, Adriana Lastra, ha sido la encargada de defender este texto que su grupo registró el pasado mayo y con el que pretende que la eutanasia sea, además de legal, financiada con dinero público. El pasado 8 de mayo, el Congreso ya aprobó la toma en consideración de un texto procedente del Parlamento de Cataluña que instaba a la despenalización de la eutanasia.
La propuesta del PSOE
Lastra, que ha presentado su propuesta como un «avance legislativo del siglo XXI, un avance en la libertad que -afirma- reclama la sociedad», parece no haber tenido en cuenta las manifestaciones de instituciones como la Asociación Española Contra el Cáncer o la Organización Médica Colegial (representante de los distintos colegios de médicos de España), que han señalado la importancia de fomentar los cuidados paliativos y ofrecer una verdadera atención integral en lugar de legislar sobre la eutanasia.
Citando a Ramón Sampedro -tetrapléjico que pidió ayuda para acabar con su vida- y a Luis Montes -el polémico médico acusado y absuelto de mala praxis en las sedaciones terminales aplicadas en el Hospital Severo Ochoa de Leganés-, Lastra ha pedido a los grupos políticos que valoren «sin prejuicios morales, religiosos o ideológicos» la propuesta socialista: «Ninguna libertad sobre una tiranía, ninguna justicia sobre el dolor», ha concluido.
El texto del PSOE determina que el derecho a la eutanasia es el que tienen las personas que requieren cuidados paliativos por una enfermedad grave e incurable y también aquellas «que deciden no vivir más» en casos de discapacidad grave crónica y que padezcan un «sufrimiento insoportable».
Los solicitantes deben tener nacionalidad española o residencia legal en España y disponer de la información que exista sobre su proceso, las diferentes alternativas y posibilidades de actuación, incluida la de acceder a cuidados paliativos.
Deberá haber formulado la solicitud de manera voluntaria por escrito y firmarla en presencia de un profesional sanitario que lo rubricará, tras lo que se abre un plazo de quince días.
Posteriormente habrá un periodo de diecisiete días para que la petición sea analizada por otro médico y finalmente se pondrá en conocimiento de la Comisión de Evaluación y Control, un proceso que no puede durar menos de 32 días, mientras que la solicitud podrá ser revocada en cualquier momento.
El posicionamiento de los grupos
El primero en posicionarse, desde el grupo mixto, ha sido el diputado de UPN Carlos Salvador, que ha recordado que su partido «defiende la dignidad del ser humano desde su concepción hasta su final natural». «No hay vidas humanas que, dependiendo de su evolución, sean descartables», ha dicho para referirse al hecho de que esta ley contempla facilitar la muerte a personas con enfermedades incurables o terminales. «El derecho a la vida conlleva el deber de ayudar a vivir, no de ayudar a morir, no de eliminar una vida». Salvador, que ha recordado que los cuidados paliativos suponen una «alternativa eficaz a la eutanasia», ha asegurado que es falso que exista un clamor social para legalizar la muerte institucionalizada. «Si vamos a ayudar a morir a quien lo desee, ¿por qué limitarlo al hecho de estar muy enfermo? ¿Por qué poner obstáculos a la libertad?», se ha preguntado Salvador, que ha recordado que «cuando la sociedad renuncia a defender la vida y asume que hay razones para eliminar la vida humana, no encontraremos razones para defenderla». Además de denunciar una perversión de la relación entre médico y paciente, el diputado de UPN ha alertado sobre la teoría de la pendiente resbaladiza antes de concluir y señalar que los dos diputados de su partido votarán ‘no’ a la propuesta socialista.
Serán, junto con el PP, los únicos del Congreso en negarse a la tramitación de esta propuesta de ley. Desde el Partido Popular, que también ha alertado sobre la normalización de esta práctica en los países en que se aprobó para ‘casos excepcionales’, no se ha hablado, sin embargo, de la protección de la vida desde la concepción. Sí, sin embargo, del fracaso social, médico y legislativo que supone no poder ofrecer nada salvo la muerte a quien está en una situación de grave enfermedad. «Si hoy damos esa solución y mañana hay otros cien casos, y pasado otros cien… ¿así hasta cuándo? Con el paso del tiempo van a ser más casos, porque parece una solución con muchas ventajas… Para el paciente parece más rápida, más sencilla, más eficaz, más indolora… El ‘derecho a la muerte dulce’ es una solución que requiere menos esfuerzo en el médico y el gestor sanitario… ¡ya ni le cuento! La eutanasia irá ganando terreno a los cuidados paliativos. Irá ganando paso a la medicina. Es el peligro y el riesgo de la pendiente deslizable», han alertado desde la bancada popular.
El resto de grupos -Podemos, Ciudadanos (que en la pasada votación relativa a la eutanasia decidió abstenerse), PdCat, Bildu, ERC… se ponen del lado de la propuesta socialista: «No podemos cerrar los ojos y hacer como que algo no existe y no necesita marco legal», ha dicho el representante del PNV. Desde ERC señalaban que para una mayoría de la Cámara «no es suficiente asegurar el buen uso de paliativos». Así, se manifestaba a favor de la reforma del Código Penal -necesaria para la despenalización de la eutanasia- «para que morir dignamente sea un éxito, sea un hecho, sea posible»
Desde Podemos, que ha afeado al PSOE que hace sólo unos meses votara en contra de la propuesta legislativa sobre eutanasia de los de morado, se ha apoyado al texto socialista en nombre de la libertad. Y se ha ido -ya- un paso más allá: «El principio rector de la ley de eutanasia no es el sufrimiento, sino la libre voluntad, la autonomía», ha manifestado la formación presidida por Pablo Iglesias. Para cuando alguien dice «ya no puedo más».
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